Si viste Coco recientemente en el cine muy probablemente salieras casi deshidratado de la sala. Lo mismo cuando eras chico y viste como Scar mataba a Mufasa y dejaba huérfano de padre a Simba. Son momentos en los que uno difícilmente puede contener las lágrimas, pero eso no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. De hecho, algunas investigaciones aseguran que al menos el 92% de las personas suele emocionarse durante una película. Otros llegaron a demostrar que la ficción ayuda a mejorar la capacidad de empatía en las personas, dado que enseña a ponerse en la piel de los personajes e identificarse con la historia. Una persona empática es más fuerte, abierta y comprensiva para con los demás. Asimismo, consigue adaptar como consejos esas experiencias de las que fue testimonio para saber cómo enfrentar ciertas situaciones si algo así les sucede. Cuando ves películas emotivas el organismo libera oxitocina, que actúa como neurotransmisor en el cerebro. Se trata de una hormona que está relacionada con el placer dado ayuda a aumentar la felicidad y disminuir la depresión. También media entre la vinculación y el amor entre dos personas, es decir, está conectada a la empatía y al cariño. Es por eso que ir a ver una película y reír o llorar es bueno para tu cerebro, pues te motiva a ser más solidario y comprensivo con las demás personas, incluso lte fortalece emocionalmente porque aprendés a manejar tus propias emociones. Fuente: TN.