Hace aproximadamente un año atrás, dos amigos que disfrutaban de elaborar cerveza artesanal de forma casera, para tomar con sus amigos o familia, se animaron a redoblar la apuesta y apostaron a montar su propia fábrica de producción. Se trata de Jorge Caló y Pablo Ruarte, quienes decidieron dar un paso más y hacer de su amistad y el disfrute por la elaboración de la cerveza artesanal, un maravilloso desafío emprendedor. "La idea del proyecto nació porque con mi socio siempre hicimos cerveza artesanal, pero en una escala totalmente casera, muy reducida. Él siempre tuvo la idea de expandir la producción y me insistió hasta el cansancio hasta que me convenció de encarar este proyecto", comenta Jorge Caló. Pero pasar del hobbie de producir para los suyos, a dar el salto de hacerlo a gran escala, conlleva algunas variables que lo hacen un tanto más complicado. En esa dirección, Caló sostiene que "Cuando nos decidimos a encarar una producción a mayor escala, nos dimos cuenta que no teníamos el dinero para hacerlo, asique empezamos a buscar alguien que nos pudiera dar la plata".  El impulso y la insistencia inicial de Pablo no podía esperar demasiado, asique rápidamente fue a buscarle una solución a este foco de conflico y su compañero lo recuerda muy bien "En el momento en el que Pablo fue a averiguar por algún crédito. Tuvo una negativa de préstamo desde el organismo para este tipo de productos, entonces fue ahí donde se le ocurrió la idea de proponer dentro del proyecto el uso de energías alternativas. Desde ese momento, nos pusimos a estudiar mucho sobre como podíamos adaptar este tipo de energías dentro del proceso y detectamos que podíamos incluir un termotanque solar y los residuos de la cerveza dentro del proceso de producción", recuerda Jorge. No lo pensaban así, pero de golpe se encontraron con una nueva idea: montar una "Eco Cervecería", que más alla de que su producto final siempre sea la cerveza, al introducir el uso de energías alternativas al proceso, les permitió visualizar una gran ventaja productiva "La ocupación de estas energías alternativas dentro del proceso de producción de la cerveza artesanal, no es solo una propuesta innovadora, sino que también implica un ahorro de recursos", afirma Caló. Si bien la idea nació hace un año atrás, Jorge y Pablo aún no logran elaborar su primer litro de cerveza para poder comercializar, sino que estan en la etapa final de la concreción de su soñada fábrica "Estamos en la etapa de elaboración de la fábrica. Nos falta poco para poner en marcha la producción, calculamos que en dos meses más aproximadamente estaremos largando". No pueden creerlo, tan sólo en un par de meses, todo aquello que imaginaron y por lo que tanto trabajaron será una realidad concreta. Miran hacia atrás y recuerdan un año de muchos momentos, que trajeron sin dudas mucho aprendizaje para el camino que viene "Errores tuvimos muchos en este tiempo, pero por suerte los pudimos llevar adelante. Nuestra mayor frustración pasa por el tiempo y el cálculo que uno realiza a la hora de estimar lo que va a tener que invertir para llevar adelante el proyecto. Pero el problema está que cuando recibís la plata, hay un montón de variables económicas que te desconfiguran todo, como la inflación, el cambio del dólar, etc. Son cuestiones que si bien se tuvieron en cuenta, nunca esperamos que fueran tan grandes los cambios", comenta Jorge Caló, sobre una de las cuestiones que más los marcó durante este tiempo. Pero así como todo error conlleva un nuevo aprendizaje, Pablo y Jorge ya piensan en los desafíos que se vienen en el corto plazo, cuando arranquen con la producción "El primer gran desafío estará en agarrarle la mano a la diferencia de escala en la producción. Cuando hacemos cerveza en la casa, elaboramos 5 o 6 litros y en la fábrica tendremos ollas de cocción de 500 litros". Soñar con un gran crecimiento y expansión de la propia empresa es el motor que impulsa a cualquier emprendedor a siempre ir por más. En este punto, Jorge Caló piensa a largo plazo y se anima a ir un poco más alla "Una idea concreta que tenemos para más adelante, y ojalá lo podamos hacer, es que la cervecería sea boutique. Para que la gente pueda ir y conocer como es nuestro proceso de producción mientras disfruta un vaso de cerveza" cierra el emprendedor.