Viernes 26.04.2024
Actualizado hace 10min.

Jugar al fútbol también es cosa de ellas

El equipo de fútbol femenino del Club Atlético Trinidad, es uno de los tantos que sumó esta disciplina para chicas en la provincia. Qué piensan y cómo viven las sanjuaninas un deporte del que históricamente estuvieron excluídas. Por Rocío Rodríguez. 

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Por calle Mendoza, antes de Cabot está el Club Atlético Trinidad, donde entrena uno de los 20 equipos de fútbol femenino en la provincia. Históricamente lleno de prejuicios, este deporte era relegado para los hombres pero hoy el relato es otro y cada vez son más las chicas que se animan a correrse del lugar en el que alguna vez las puso una sociedad machista. Las chicas de Trinidad demuestran que el picadito también es cosa de ellas y lo hacen muy bien. 

DAME NOTICIAS se acercó a uno de los entrenamientos de las chicas de El León y contaron cómo nació el desafío de sumarse a este deporte y consolidar el equipo que hoy tiene 1 año y medio. 

 

Plantel de Fútbol 11 Femenino del Club Atlético Trinidad.

 

Mauro Rojas, es uno de los entrenadores del equipo de fútbol 11, cuenta que el plantel está integrado por alrededor de 25 chicas, todas federadas. El equipo se terminó de consolidar casi al mismo tiempo que lo hizo la Liga Sanjuanina de Fútbol Femenino. Él, junto a Claudio Ramos, conforman el cuerpo técnico desde marzo de este año. "Tenemos una muy buena relación con todas. El plantel crece día a día y constantemente se suman chicas. Hay mucha competencia sana entre ellas, que es muy importante", manifiesta Mauro.

La Liga Sanjuanina de Fútbol Femenino cuenta con 20 equipos, todos bien organizados. Todas las jugadoras están federadas y por ende, pueden competir para integrar la Selección Argentina y la Selección Sanjuanina. En el campeonato, Trinidad se encuentra 3ro en la tabla de posiciones y en 4tos de Final. "Tenemos jugadoras muy talentosas", cuenta orgulloso Mauro.

Cada equipo puede fichar jugadoras a principio y a mitad de año, como en el fútbol profesional. 

"El fútbol femenino está creciendo un montón, nosotros tratamos de darle el nivel que se merece y contagiar al resto. Nos encantaría que algún día sean llamadas a la Selección nuestras chicas", agrega el DT. 

 

Claudio Ramos y Mauro Rojas, cuerpo técnico del equipo.

 

Sofía Recabarren, juega en posición de central y asegura que hay algunas diferencias con los hombres, sobre todo porque ellas, se llevan mucho mejor. "A diferencia del fútbol masculino, las mujeres son más compañeras entre ellas", dice Sofía, aunque reconoce que hay roces en los partidos "a veces hay algunas calenturas pero tenemos a nuestra capitana Ana que nos mantiene bajo control", relata entre risas.

"A veces se nos escapa una tarjetita amarilla", reconoce Sofía.

Gabriela Amat juega de 9 y empezó a entrenar porque una amiga la invitó. "Empecé a jugar al fútbol 11 por una amiga que me invitó, antes jugaba fútsal. Tenemos un grupo muy lindo, estaría bueno que más chicas se sumen", cuenta Gabi. 

Para Eliana Echenique, en cambio, empezar a jugar fue todo un desafío. "Me tocó sufrirlo, porque a mí mamá no le agradaba mucho la idea. Desde pequeña solía jugar con los chicos en la calle", recuerda Eliana. Un día la invitaron a ser parte del equipo del que es hincha y no se fue nunca más. 

En el equipo también hay mamás y cuando se complica para ir a entrenar, los costados de la cancha se llenan de niños. Otras combinan la pasión con una carrera universitaria y no faltan las corridas a la salida del entrenamiento, para no llegar tarde a estudiar. La mayoría ronda los 20 años y las chicas cuentan que tienen hasta una compañera de 41. 

 

Eliana Echenique, Gabriela Amat y Sofía Recabarren, jugadoras. 

 

Las pibas de Trinidad coinciden en algo:  todas alguna vez recibieron un comentario del tipo "las mujeres no deben jugar al fútbol". Muchas veces el mito machista proviene de sus propias familias pero a ellas no les importa aunque reconocen que se sintieron expuestas. "Lo sufrí mucho con mi mamá y discutí mucho pero lo tuvo que aceptar", relata una de las chicas y juntas se ríen del prejuicio de que jugar a la pelota "las hace menos mujeres".