Este lunes, el juez federal Claudio Bonadio procesó a la exmandataria por “asociación ilícita en calidad de jefa” en otra causa donde se investigan las coimas en la obra pública durante los gobiernos kirchneristas. En el procesamiento, el juez detalló que en la causa se pudo comprobar la admisión de dádivas (22 hechos) y cohecho en cinco oportunidades (“coima”, en la jerga popular). En tanto, solicitó su prisión preventiva, le trabó un embargo de cuatro mil millones de pesos y pidió al Senado que avance con el desafuero de la senadora. La medida contra Cristina fue acompañada por el procesamiento de otros 41 implicados en las maniobras ilegales desatadas a partir de los cuaderno presentados por el exchofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno. Entre los procesados, hay tres empresarios cordobeses: Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería; Aldo Roggio, de la empresa Benito Roggio e Hijos, y Juan Carlos de Goycoechea, un exintegrante de Isolux-Corsán.  Luego de conocer la confirmación de su procesamiento, la expresidenta se refugió en su oficina del Instituto Patria. Al edificio llegaron algunos colaboradores como Carlos Zannini, Andrés "Cuervo" Larroque y Juan Cabandié, aunque voceros negaron que hayan tenido encuentro con la actual senadora.