Alberto Fernández habló este domingo sobre sus dudas en torno a los debates presidenciales que se deben realizar en octubre, antes de las elecciones generales. Fernández, al igual que el presidente Mauricio Macri y el resto de los candidatos que quedaron después de las PASO, confirmaron su intención de participar de los debates y ultiman los detalles para su realización.  Pero el candidato del Frente de Todos, que lleva la ventaja en la campaña después de sacar el mayor porcentaje de votos en las elecciones PASO, dijo el domingo que en la actualidad cree que "el debate puede ser un problema". Los debates presidenciales, este año por primera vez en la Argentina, son obligatorios por ley y los organiza la Cámara Nacional Electoral. En 2019, los debates están pautados para el domingo 13 de octubre (en la ciudad de Santa Fe) y el domingo 20 de octubre (en la ciudad de Buenos Aires).  Para que no se hagan los debates en esta campaña, el Presidente debería emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia que suspenda circunstancialmente la ley. "No entiendo cómo la Argentina cometió el disparate de poner por ley un debate presidencial", dijo Alberto Fernández el domingo. "En estas circunstancias el debate puede ser un problema, porque el Presidente va a tener que debatir con 3 personas que hacen hincapié en la economía y en la crisis económica", recalcó el candidato del kirchnerismo. "Yo no sé cual es el resultado en los mercados al día siguiente de cada debate", dijo en una entrevista a C5N. "Yo no lo entiendo. Lo digo sinceramente pensando en la Argentina", expresó al respecto, y añadió: "Si vamos al debate, lo haremos con toda la franqueza y toda la transparencia que siempre hemos planteado las cosas". "Las preocupaciones que tenemos son económicas y lo que lamento es que al Gobierno le cueste encontrar una respuesta suficiente", finalizó. ¿CÓMO SERÁN LOS DEBATES PRESIDENCIALES? Los equipos técnicos de las alianzas políticas que competirán en las próximas elecciones nacionales analizan la posibilidad de que los candidatos presidenciales puedan hacerse preguntas entre sí durante los debates. Los representantes de los seis aspirantes a la Casa Rosada trataron este tema en la última reunión que mantuvieron en la sede de la Cámara Nacional Electoral, en el marco de los preparativos para estos encuentros televisados. De acuerdo con lo que precisaron a la agencia NA varios voceros de los candidatos, hay un cierto consenso con respecto a la idea de que pueda haber cruces entre los dirigentes, como ocurrió en los debates del 2015. Según el esquema que se está analizando, en el evento habrá una serie de temas generales que deberán abordar Macri (Juntos por el Cambio), Fernández (Frente de Todos), Roberto Lavagna (Consenso Federal), Nicolás Del Caño (Frente de Izquierda Unidad), José Luis Espert (Unite) y Juan José Gómez Centurión (NOS). Cada uno de ellos tendrá un máximo de dos minutos para responder las preguntas previamente armadas, que serán leídas por los moderadores. Posteriormente, los candidatos tendrán 30 segundos para hablar sobre cualquier asunto que consideren relevante: este espacio es el que está siendo analizado. Varios de los representantes ante la CNE plantearon que ese tiempo libre podría ser utilizado para que los dirigentes le hagan consultas o contesten las que le hicieron sus adversarios políticos. De esta manera, parte de la oposición cree que se va a evitar la polarización y la posibilidad de que los aspirantes a Presidentes "hablen solo de lo que ellos quieran". Además, queda pendiente decidir si los candidatos podrán elegir a quién le hacen las preguntas o si los cruces van a ser por sorteo. En este sentido, el Frente de Izquierda Unidad sostuvo que este punto debería decidirse por azar, "con el fin de que todos" los participantes "pregunten y sean preguntados", lo que quedó a consideración del resto de los espacios políticos. Fuentes: NA, C5N