Después de una larga negociación que insumió 45 días, la AFA y la Superliga rubricaron el acuerdo de coordinación que reglamentará la relación entre ellas. Con la presencia de Mariano Elizondo (presidente de la Superliga) y de Claudio Tapia (máximo dirigente de la AFA), ambas partes firmaron el convenio que permitirá destrabar el pago de la primera cuota correspondiente al nuevo contrato de televisión, y que los clubes de primera recibirán en los próximos días. Entre los puntos más salientes del acuerdo está la contraprestación económica entre ambos: la Superliga destinará a las categorías de ascenso "el 18% de todos los ingresos netos" que reciba, incluyendo el contrato de derechos audiovisuales (cuyos nuevos dueños son Fox y Turner). El importe neto surge de restarle al precio en bruto el 8,2% en concepto de cargas impositivas (impuesto a los débitos y créditos y cargas sociales). Además, la nueva estructura de la primera división destinará $14 millones por mes para pagarle diferentes servicios a la AFA, como árbitros, inscripción de jugadores y logística de torneos, inspectores en los estadios y médicos para los controles antidopaje que realiza la Organización Nacional Antidopaje (ONAD). Este número se revisará cada tres meses, y se tendrán en cuenta lo impactos en las diferentes paritarias salariales. El acuerdo establece que el ajuste que se realice en la primera revisión (en noviembre de este año) no podrá superar el 15% de los $14 millones acordados ahora. Además, y "por única vez", los ingresos por derechos internacionales de la Superliga quedarán en manos de la AFA hasta el 31 de diciembre de este año. Se trata de un aporte de la nueva primera división hacia la asociación y se realiza "a fin de paliar la situación de crisis de las categorías cuyas competencias son organizadas por la AFA", según reza el convenio AFA-Superliga al que tuvo acceso LA NACION, y que podrá revisarse año a año, al finalizar la temporada. El convenio de cooperación tiene una cláusula reservada para aquellos clubes de primera que mantengan deudas con AFA (Argentinos Juniors, recién ascendido, es el máximo deudor, con aproximadamente $93 millones): el acuerdo establece que la Superliga no dará la llamada "licencia Superliga" (necesaria para competir) a aquellos clubes que no acrediten haber homologado un plan de pagos con AFA o no estén al día con sus obligaciones con la Casa del Fútbol. Para aquellos clubes que tengan un plan de pagos vigente, la Superliga retendrá los porcentajes respectivos a la hora de girarles el dinero que les corresponda por los derechos audiovisuales u otros contratos. Lo mismo corre para planes de pago que los clubes hayan firmado con agentes privados (como por ejemplo la AFA o el sindicato de futbolistas): el agente de retención será la Superliga, en todos los casos.El acuerdo firmado por la tarde también establece un mecanismo de compensación por descenso para aquellos clubes que pierdan la categoría. Recibirán un ingreso extra por parte de la Superliga, aunque sólo durante el primer año posterior al descenso. El objetivo de la medida es "reducir el impacto económico-financiero" que la pérdida de la categoría tiene en sus tesorerías.En relación a las cuestiones políticas de la AFA, la Superliga se reservó la posibilidad de cubrir las dos primeras vacantes que se abran en los tribunales de Disciplina y de Apelaciones. FUENTE: La Nación Deportes