Luciana Salazar rompió el silencio y le concedió una entrevista a Susana Giménez. Allí abrió su corazón y contó los detalles de su maternidad. “No podíamos terminar y por eso lo prolongamos. Era inmanejable por la situación. Era todo muy difícil. No le parecía correcto estar con él y que el hijo no fuera suyo. Quería esperar. Me decía, ‘dame 2 años’. Nada es seguro y yo estoy perdiendo tiempo de disfrutar a mis padres como abuelos”, comenzó sobre su relación con Martín Redrado. “Las embarazadas se ponen sensibles”, comentó Susana. Claro que enseguida se dio cuenta de que Luli no está embarazada, sino que Matilda nacerá mediante un vientre de alquiler. Luciana, entonces, contó que igual tiene los síntomas, ya que además de no poder parar de llorar, recientemente sufrió un desmayo sin motivo. Luego, se refirió al donante de semen: “Cuando lo elegí busqué similitudes con mi familia. Me encantó su sonrisa. Yo la veía proyectada en la carita de mi bebé”. “La trombofilia no fue el único motivo. Es una serie de cosas. Yo emocionalmente estaba con muchos miedos”, dijo sobre los motivos que la llevaron a tomar la decisión de alquilar un vientre. Y siguió: “No es que no podés embarazarte. Cuando perdés un bebé puede ser porque tuviste trombofilia y no te la detectaron. En mi caso fueron una sumatoria de miedos que se me generaron por cosas que había vivido anteriormente. Lo hablé mucho con los psicólogos. Entre todos, con el médico y psicólogos llegamos a que esto era lo mejor”. Por último, confesó cómo fue la reacción de Redrado al enterarse del embarazo: “Por un lado estaba contento y por otro, triste, porque quería que yo lo esperara”. Y explicó cómo están las cosas actualmente: “Tenemos re buena relación. Amigos no, porque es re difícil ser amigo de un ex”, dijo.