Un porcentaje importante de especialistas de la salud recomiendan moderar el consumo de sal porque se comprobó que el exceso de la misma es dañino para el corazón, los riñones, puede producir hipertensión y osteoporosis, así como también se la relaciona con problemas vinculados a complicaciones en el sistema nervioso. No obstante, no habría por el momento unanimidad respecto a cuál es la ingesta diaria recomendada de este ingrediente para que no sea perjudicial para el organismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa esa cifra en 2 gramos al día, lo que equivale a una cucharadita. Un estudio de la Universidad de Harvad indicó que una ingesta de sodio diaria superior a 3,7 g/día se asocia con la disfunción cardíaca. Es decir, que según los resultados del centro de altos estudios estadounidense deberías consumir solamente dos cucharaditas de sal. La investigación fue realizada en 2.996 personas con una edad promedio de 49 años, y de las cuales el 54% padece hipertensión. Los resultados demostraron que al superar esos 3,7 gramos al día se aprecia una peor tensión arterial sistólica (la intensidad a la que el corazón bombea la sangre), una mayor velocidad diastólica (el nivel de relajación del corazón) y un remodelamiento cardíaco adverso. Pero al mismo tiempo aclararon que estos cambios son aplicables justamente a las personas hipertensas. "El alto contenido de socio en la dieta podría no causar tensión miocárdica y velocidades anormales; más bien, puede ser un marcador para un paciente de alto riesgo con malos hábitos alimenticios en general", precisaron. Un cuerpo que funciona de forma correcta cuenta con los mecanismos fisiológicos necesarios para regular los problemas que puede ocasionar un aumento en la ingesta de sodio. Pero con el paso del tiempo empiezan a fallar, es por eso que se aconseja acostumbrarse lo antes posible a consumir el mínimo de sal y, de ese modo, cuando sea estrictamente necesario eliminarlo de la dieta que sea más fácil para la persona.