Martes 26.11.2024
Actualizado hace 10min.

Los secretos para hacer la salsa blanca más deliciosa

Una de las salsas clásicas de la gastronomía mundial, se sirve con todo y siempre queda sabrosa.

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Una receta tradicional de la abuela, esa que todos hemos probado y amado de niños sin entender bien como se hacía. Cremosa y suave, la salsa blanca acompaña todo tipo de platos, pasando por canelones, salsas para pastas, milanesa a la suiza y hasta en sopas.

Su simpleza y su particular éxito reside en que se pueda preparar con ingredientes básicos que se consiguen en cualquier almacén de barrio y en solo tres simples pasos. Así logro popularizarse y llegar a todos los hogares.

Es una de las preparaciones básicas de la gastronomía francesa, también conocida como “salsa bechamel”. Gracias a su versatilidad se utiliza como base y como espesante para una gran variedad de otras salsas: Salsa Mornay, Salsa Cheddar, Salsa Cuatro Quesos, Salsa Mostaza, entre muchas otras.

RECETA PARA PREPARA SALSA BLANCA

INGREDIENTES

  • Manteca 50 gramos.
  • Harina 50 gramos.
  • Leche ½ litro.
  • Sal/pimienta a gusto

PASO 1

El primer paso para preparar nuestra salsa blanca será realizar lo que en gastronomía se denomina: “Roux”, que es básicamente una mezcla de harina con manteca.

Mismas cantidades de harina y manteca, nada más.

En una olla a baño maría mezclamos mismas cantidades de harina y manteca.

Integramos bien hasta que se forme una pasta y se disuelva bien la harina.

Se hace rápido en menos de 2 o 3 minutos, una vez que está bien integrado sacamos del fuego.

PASO 2

Luego llevamos a una olla con fuego moderado la leche y una vez que se calienta la leche (sin que llegue a hervir!) vamos a mezclar con nuestro Roux.

La clave es revolver bien con batidor de mano o tenedor en su defecto.

Para hacer esto más fácil y evitar los grumos innecesarios podemos integrar en un recipiente aparte 10 cucharadas de leche caliente con el roux, así obtenemos una consistencia más líquida y así poder mezclar ambas preparaciones más fácilmente.

PASO 3

Siempre revolviendo con un batidor y con la olla sobre fuego moderado vamos a notar que el líquido comienza a espesar. Según el tiempo que la cocinemos será el espesor de la salsa logrado.

Aquí depende del espesor que busquemos para nuestra salsa blanca. Si la vamos a utilizar para gratinar algo en el horno vamos a buscar un tono espeso, en cambio si queremos que sea una salsa para pastas nos va a ayudar que sea un poco más liquida.

De todos modos, no hay que preocuparse, ya que si nos pasamos de cocción y nos queda muy espesa lo podemos corregir agregando más leche o en su defecto agua.