¿Alguna vez te habías planteado la importancia que tiene el collar y la correa para tu perro? No te haces una idea de todo lo que supone. El animal se expone a cantidad de asociaciones negativas mientras pasea y si utilizamos mal este accesorio se pueden generar problemas de conducta a largo plazo. En muchas ocasiones los dueños de los perros con estos problemas suelen asociarlos a otras causas y por lo tanto es más difícil para el animal superar sus miedos o barreras de comportamiento. Imagínate que de golpe te ponen un elemento extraño en tu cuerpo: evidentemente para un cachorro es algo violento. ¿Cómo vamos a comparar pasear siendo libres a pasear con algo que te limita tu movimiento? Está claro que los perros lo notan y no es agradable para ellos. A continuación, algunos consejos para que tu perro ame ir sujeto: Analiza su lenguaje corporal: si tu perro huye, agacha la cabeza, gruñe, está nervioso... está claro que la experiencia no le está gustando. Tienes que analizar su lenguaje corporal para saber cómo actuar. Empecemos de cero: tenemos que empezar a establecer relaciones positivas con todo lo que tenga que ver con la correa, el collar o el arnés. Utiliza un tono agradable, caricias y algún snack que le guste. Es mejor el arnés: siempre que puedas usa el arnés pues es más funcional que la correa. Y también correa larga antes que corta para que se sienta más libre. Cómo colocar la correa: intenta no tener una postura amenazante cuando coloques los elementos de paseo: agáchate, ponte de lado y no lo manipules bruscamente. Buen tono y mimos: no olvides siempre que le pongas la correa hablarle suave de forma cariñosa y darle una buena ración de mimos. Paseando con paciencia: si el perro empieza bien, pero al rato se pone nervioso no desistas: buen tono, paciencia y algún premio para felicitarle por sus esfuerzos. Encuentros no deseados: si ves que algún perro va hacía tu mascota y no quieres que se encuentre con él no le regañes ni des tirones con la correa. Esto le pondrá nervioso y le hará daño. Creando estímulos negativos: cada vez que castigues a tu perro por no reaccionar a la correa como a ti te gustaría estarás creándole una asociación negativa y más adelante te traerá problemas de comportamiento. Evita errores comunes: hay cosas que no le gustan nada al perro. Una de ellas son los tirones ya mencionados pero hay otras como no permitirle olisquear, acortarle la correa o dar paseos muy cortos que le producen malestar. Si no consigues dominarlo: si tu perro es rebelde o se estresa con la correa y necesitas una ayuda más particular puedes acudir a un veterinario o un adiestrador de perros que podrá asesorarte. Fuente: Muy Interesanta.