Según el medio estadounidense Bloomberg, el nuevo iPhone, cuyo lanzamiento se estima en septiembre de este año, no se distinguirá por sus innovaciones sino por el perfeccionamiento de ciertas características ya existentes en los productos de la competencia. Una y otra vez, Apple ha adoptado su filosofía de ser los "mejores, no los primeros" con éxito, y más de 1.200 millones de iPhones fueron vendidos en la última década. El gigante tecnológico contempla lanzar tres nuevos móviles al mercado: los sucesores del iPhone 7 y el iPhone 7 Plus y el nuevo iPhone 8 de alta gama. Todos tendrán elementos en común, como procesadores más veloces, pero será el nuevo modelo que incluirá innovaciones más revolucionarias. Por ejemplo, el nuevo producto tendría un sistema de reconocimiento facial 3D para desbloquear el teléfono en cuestión de milisegundos que podrá utilizarse incluso a la noche debido a un sensor infrarrojo que permitirá su funcionamiento en la oscuridad. También habrá cambios en el diseño de pantalla, que utilizará la tecnología OLED que adoptó Samsung en 2009 y otorga mejor calidad de color en las imágenes. Además, la pantalla no tendría bordes salvo por unos lentes delgados en los costados y un pequeño espacio para la cámara en la parte superior, lo cual quiere decir que la compañía removerá el botón de inicio y lo reemplazará por una versión virtual al estilo del Samsung S8. Otros elementos novedosos incluyen la capacidad de despertar la pantalla con un simple toque y un sistema de carga inalámbrica característico del Palm 2009 y luego del Apple Watch, que utiliza un campo electromagnético para transferir energía entres dos objetos. Por último, habrá cambios de diseño menores. Como el iPhone 7 Plus, el nuevo móvil también tendrá dos cámaras traseras, pero ya no estarán una al lado de la otra, sino que se alinearán verticalmente para mejorar el funcionamiento de las aplicaciones de realidad aumentada. Si la historia sirve como fiable fuente de información, se espera que el iPhone 8 sea un gran éxito.