Alrededor de 500 aplicaciones maliciosas fueron retiradas de la tienda de apps de Google Play Store porque eran utilizadas para espiar a los usuarios de Android y robar sus datos. Esas apps tenían un software llamado Igexin que les permitía a las apps conectarse a una red de anuncios y ofrecer publicidad en función de los intereses personales de cada usuario, los que obtenían mediante diferentes tipos de spyware (como se conoce a los programas espías).  Los datos que se robaban eran el historial de llamadas, la ubicación GPS y el registro de las demás apps que cada víctima tenía instalada en su móvil. Fuente: Télam