Pese a que el combate resultó atractivo, con un intenso cambio de golpes y hasta un KO, lo más atractivo de la noche estuvo en el show, que no se detuvo ni siquiera en la conferencia de prensa posterior. Allí, el irlandés montó su propio espectáculo: apareció con una botella de whisky de su país y explicó por qué considera que "frenaron la pelea demasiado pronto". Primero mostró la botella. Luego, se sirvió en un vaso. El irlandés utilizó esa técnica para demostrar que su cuerpo no había sido vencido, para llevar un mensaje a los espectadores de la pelea: "No estaba tan mal, pararon el combate demasiado pronto". Sí, para el irlandés, la pelea debió seguir. Y explicó por qué cree que el árbitro se apresuró en decretar el KO técnico. "Cuando estoy cansado, me tambaleo un poco, pero estaba listo para seguir peleando", aseguró el irlandés. "Tenía la cabeza clara. Debió dejar que la pelea continuara, dejar que Floyd me tumbara si podía. ¿Dónde están mis dos últimos asaltos? Podía haber regresado a mi esquino y noquearle yo al final", agregó McGregor, quien no dudó en elogiar a Mayweather. Rápidamente, el norteamericano le respondió: "El árbitro hizo bien. Estaba pensando en tu futuro, Conor". Luego, aseguró que se sorprendió por el nivel de McGregor: "Es mejor de lo que pensaba". Además, reconoció que en los primeros asaltos fue vencido (de los rounds 1 al 5, recibió más golpes de los que acertó: 51 contra 40), pero que se trataba de un plan. "Dejé que tirara sus mejores golpes para que se cansara y empezara a bajar los brazos. Después hice lo que había dicho, que iría hacia adelante, que atacaría. Prometí que la pelea no llegaría al final y cumplí con mi palabra". Fuente: El Mundo.