Los últimos instantes de la pelea fueron un 'solo' de Floyd Mayweather. Sin guitarra, pero con los puños bien afinados, golpeó a su oponente, Conor McGregor, hasta que el árbitro del partido se vio obligado a decretar el KO técnico. Así, el norteamericano se quedó con uno de los combates más esperado del año, que fue un éxito en audiencia y recaudación. El irlandés, pese a la sonrisa que mostró tras la derrota, se fue con su rostro marcado por los puños del campeón. Si bien McGregor pudo conectar 111 golpes, 30 más que Manny Pacquiao en el anterior combate del campeón, no pudo resistir la lluvia de aciertos que venían del otro lado, sobre todo en los últimos asaltos. Es que Mayweather sumó 170 golpes conectados, 40 en la primera mitad de la pelea y 130 en la segunda. Un animal.     Fuente: La Nación