Luego de romper el silencio en una entrevista con Marcelo Figueras, su biógrafo, el Indio Solari vuelve a estar en el centro de la escena por el fuerte testimonio de un testigo de la muerte de Juan Bulacio, víctima de una avalancha durante su último recital en Olavarría. “Era bajito, chiquito, lo han apretado tanto que se ahogó”, sostuvo Agustín Cabrera, de 31 años, en su declaración ante la Fiscalía de Azul relacionada al fallecimiento de Bulacio en el predio La Colmena. Y al respecto de aquella noche mortal, asegura: “Ahí adelante había mucha presión, era incontenible. El predio fue una trampa mortal”. En tanto, Cabrera confesó que se acercó a Bulacio para ayudarlo “porque lo estaban pisando como a un trapo de piso” en el preciso momento que ya estaba rígido, “duro”, como él mismo señala en su testimonio. Pese a que con la ayuda de otros sujetos pudo levantarlo, Bulacio se desvaneció por última vez: “En ese momento me doy cuenta de que estaba muerto. Él abandona la lucha por la vida, se notaba que necesitaba que lo ayuden. Con la cantidad de pisotones que le dieron quiso sobrevivir pero no pudo. Daba signos de vida, se movía, temblaba, hasta que dejó de hacerlo. Yo me doy cuenta cuándo se murió”. Para Cabrera no hay dudas que la causa de la muerte de Bulacio fue “una avalancha”, y argumentó su opinión. “Definitivamente fue una avalancha. Una avalancha es no poder moverte de manera independiente. (En) un pogo el movimiento es voluntario, hay aire. En la avalancha no: tenés que aguantar, tenés que rogar que no te mueras”. Sin rodeos, Agustín apunta al exlíder de Los Redonditos de Ricota como responsable del deceso de Bulacio. “El Indio vio lo que estaba pasando, y si no lo vio él, tendrían que haberlo visto los músicos”, dispara en su declaración, y agrega: “Si la gente hubiese sido más hija de puta, podrían haber sido 20 personas las fallecidas”. En la Fiscalía de Azul, Cabrera describió como “muy fea” aquella noche del 11 de marzo en Olavarría, donde además de Juan Bulacio también murió Javier León. Y sobre su accionar, no dejó lugar a dudas: “Yo trataba de salvar gente y salvarme a mí mismo”.