La emoción y los festejos por la introducción del rugby argentino en la elite comienza a disiparse. La llegada de la selección al Rugby Championship en 2012 y el ingreso de los Jaguares en el Super Rugby desde hace dos temporadas seguirán siendo un motivo de orgullo. Pero con el paso del tiempo se torna insuficiente. Hoy la realidad muestra grietas en el sistema. La gran preocupación es que la Argentina parece no saber cómo sostenerse competitivamente en ese mundo de gigantes. Tras las dos derrotas de los Pumas en el arranque del Rugby Championship,Marcelo Bosch, ex jugador de la selección nacional y figura en el rugby inglés donde juega con Saracens, analizó la situación con crudeza, en el portal Planetrugby. "La base de los Pumas es únicamente el equipo del Super Rugby. En este formato, los jugadores saben que si juegan con los Jaguares van a estar en la selección. Están en una zona de confort. ¿Dónde está la competencia? La competencia es necesaria para elevar el nivel", explicó Bosch, que no puede integrar el seleccionado argentino por no formar parte del sistema de la UAR. La dirigencia argentina se vio obligada a firmar contratos con el grupo de jugadores que ingresó en el Super Rugby, que son los mismos que integran la selección. Permitir que participen los jugadores europeos generaría un conflicto permanente con los clubes europeos en los que se desempeñan un gran número de argentinos, por diferencias en los calendarios de competición. "En dos años es la Copa del Mundo, seguramente tengan que discutir esto y hacer algo ahora", dijo Bosch. Y sugirió que es momento de romper el sistema que prohibe la participación de los rugbiers argentinos que juegan en el Viejo Continente. "Los jugadores de Europa pueden sumar valor al equipo", explicó. El análisis del centro de Saracens fue profundo y sin complejos: "Pensaron que esto sería bueno para la Unión y el desarrollo del rugby en la Argentina, pero hoy en día se demuestra que somos incapaces de tener un plantel largo que pueda lidiar con el Super Rugby y el equipo nacional. En el Super Rugby tuvieron algunos malos resultados, viajaron por todo el mundo, de repente jugaron ante Inglaterra y perdieron los dos partidos como local. Eso no ayudó a la confianza del equipo y ahora empezás el Rugby Championship con estas dos derrotas ante Sudáfrica. Pienso que se generó un espiral negativo y psicólogicamente debe ser muy difícil para los jugadores". Y volvió sobre la necesidad de contar con los rugbiers de las liga europeas: "Imagino que si pudieran estar disponible otros jugadores, como los de Europa, esto podría ayudar de manera piscológica, teniendo diferentes variantes, otra energía para ayudar... pero quien sabe". Bosch, de 33 años, es bicampeón de la Aviva Premiership de Inglaterra (2015 y 2016) y bicampeón de la Heineken Cup -el máximo torneo de Europa- (2016 y 2017). Además, integró el plantel de los Pumas que jugó los Mundiales de 2011 y 2015. FUENTE: La Nación Deportes