Cómo somos los argentinos? Enrique Pinti contestó a DiarioShow con su habitual estilo: "Antes éramos un pueblo joven, luego una comunidad de inmigrantes, mezcla de razas: el granero del mundo, el refugio para la gente que venía escapando de la hambruna de las guerras. Teníamos una serie de rótulos. Ahora estamos saliendo de toda esa etapa y no contamos con más excusas. No somos más los hijos de los barcos. No lloremos más y encaremos las responsabilidades que nos corresponden a nosotros y no a nuestros padres o abuelos". -¿Te irías a vivir al exterior? -Ni loco. ¿Adónde?. ¿A Estados Unidos? (Donald) Trump en vez de la visa me da una furibunda patada en el ojete. ¿A Corea del Norte? Para que el loquito me ponga un supositorio atómico y me mande a la luna. ¿Siria? Te colocan una bomba en los testículos. ¿Francia? Para vivir con los xenófobos ultraderechistas que son peores que los militares del Proceso... ¿Querés que vaya a Inglaterra, que se van a convertir con el Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea) en una isla del Tigre? Hoy en día dejó ser potencia y se le van todos los españoles, los paquistaníes y los rumanos que le están limpiando los retretes. Tiene que salir ahora la reina con sus 104 años a arremangarse, sacarse la corona y con la sopapa limpiar la mierda de los baños públicos. ¿Venezuela con Maduro? No, gracias. -¿Qué queda entonces? -En el resto de Latinoamérica está el narcotráfico y la misma pobreza que puedo ver acá en el noroeste argentino. En consecuencia, me quedó acá. -Dicen que la historia argentina está plagada de traiciones. ¿Qué te parece? -Cuando Caín mató a Abel se posicionó como el primer crimen de la fundación de la cultura judeo-cristiana. Nuestra cultura empieza con el asesinato entre hermanos, lo dice la Biblia puntualmente y se da con la traición. Evidentemente, toda nuestra cultura está basada en la desobediencia y en la traición. A partir de ahí, toda la galería de conflictos que fueron marcando la historia de la humanidad. Acá sucedió lo mismo. Con la Revolución de Mayo, similar conflicto entre morenistas y saavedristas. En consecuencia, a Mariano Moreno lo mandan de viaje y lo liquidan en plena travesía. Estamos en 1811 y ya hablamos de la mafia. Después vinieron los caudillos y su prédica de querer segregar a las provincias contra los porteños. Rosas, Sarmiento, Mitre. La Triple Alianza contra Paraguay. Los hicimos concha a nuestros hermanos paraguayos. Entonces yo creo que hemos vivido entre traiciones y guerras, brechas, separaciones y grietas. -¿Nada nos conforma, somos inconstantes? -Sí, pero esto es una especificación psicológica de la persona que no hay nada que les venga bien, y que se da en todas partes del mundo. Yo he conocido americanos, alemanes y españoles que son los espíritus de la contradicción. En eso, somos todos iguales. Somos un país de perdedores. Nuestro latiguillo permanente consiste en desacreditar todo aquello que sea de industria nacional y definirlo como una verdadera mierda. En cambio, todo lo que sea importado es bueno. Es nuestra mentalidad. La pantalla chica -¿Que cuadro de situación presenta la tevé actual? -Te soy honesto, yo la consumo. Ahora tenés muchas posibilidades. Hay mucho cable y Netflix incluido. Podés apreciar series y películas que son estupendas y uno se la puede programar. Por eso la televisión de aire está pasando por un momento complejo. Debido a esta situación, la gente de clase media ha empezado a armar su programación. Entonces, esto cambió totalmente la imagen de la televisión y produjo un cimbronazo en la de aire con una caída muy fuerte de medición de audiencia. -¿Qué sucede con el boom de las latas de ficción extranjera? -Generalmente, están muy bien producidas. A mí me causa risa "Moisés" hecha por los brasucas. Todos los tipos son muy lindos y encantadores, las chicas, en tanto, espectaculares y parecen salidas de una scola do samba. Pero está hecha con todos los recursos económicos. En cambio, más allá de que contamos con una planta de intérpretes espectaculares, vos poné a (Jorge) Marrale con una túnica y un turbante y te vas a cagar de la risa. Y más allá de que Marrale es un actorazo. Allá, en cambio, todo es batucada o mejicaneada. Se visten de cualquier cosa y quedan estupendos. Y, por otra parte, las novelas turcas expresan esa mezcla de cultura oriental con occidental. Moderno, antiguo, machismo, mujer sometida y todas esas cosas que en Latinoamérica funcionan a la perfección.     Fuente: Diario Crónica