La longitud relativa entre el dedo índice y el anular se conoce como proporción 2D:4D. En general, los hombres suelen tener el índice más corto que el anular, mientras que en las mujeres la diferencia disminuye. Es decir, en el sexo masculino ellos poseen proporciones más bajas -menores a 1- y ellas iguales o superiores a 1. Antes de nacer, las hormonas sexuales determinan la extensión de los dedos. En el dedo anular, la testosterona estimula la división celular, formando el desarrollo del cartílago y tejido del hueso para conseguir mayor tamaño. Sin embargo, los estrógenos reducen este proceso, dando como resultado dedos más cortos. "El descubrimiento de las proporciones de los dedos son reflejo de la estructura hormonal, lo que nos ayuda a explicar estas relaciones", afirmó  Zhengui Zheng, biólogo del desarrollo en el Howard Hughes Medical Institute (Florida), a cargo de la investigación. Por otra parte, el estudio realizado por los investigadores John Manning y Roger Taylor determinó que aquellas personas que poseen el dedo anular más largo que su índice, tienen más probabilidades de poseer aptitudes favorables en deportes y categorías atléticas. Los especialistas analizaron las manos de deportistas de alto rendimiento, más específicamente futbolistas de Inglaterra. Revelaron que los atletas de primera división poseían medidas inferiores a las de las reservas o la división juvenil. Lo hallazgos varían según cada disciplina. Sin embargo, las personas con esta corta variación son más habilidosos en tenis, fútbol americano, rugby, esgrima,  handball, basketball, remo, carrera de velocidad sumo, surf, natación y voleibol.