Cracks, también, para el espectáculo -en el sentido exacto del término-, son las figuras, en un universo de estrellas de ayer a hoy, en una competencia moderna, la Copa Laver. Ayer, Roger y Rafa lograron otro hito: jugar, divertir y ganar unidos. La fantasía se convirtió en realidad en la bellísima Praga. Con sutilezas, con bromas, aunque también, con espacio para la concentración -para Nadal, los amistosos no existen-, le ganaron a los estadounidenses Sam Querrey y Jack Sock por 6-1, 1-6 y 10-5. Unos 17.000 espectadores, que cubrieron el magnífico O2 Arena, no se olvidarán del día, ni la hora: fue la primera vez que ganaron juntos. "Es un momento especial, tenemos que disfrutarlo", anticipó instantes antes el mítico Björn Borg, capitán del equipo europeo. John McEnroe es el líder del equipo rival. La Laver Cup es un torneo de exhibición por equipos, inspirado en la Ryder Cup de golf. Creado en honor al australiano Rod Laver, último jugador en completar el Grand Slam (los cuatro torneos grandes) en un mismo año, en 1969, enfrenta a seis jugadores europeos contra adversarios del resto del mundo.