Cinco son los tipos de meningococo que producen 9 de cada 10 casos meningitis -entre otras formas de enfermedad meningocócica- un cuadro poco frecuente, pero potencialmente fatal, sobre todo en bebés y niños pequeños. En función de eso, este año iniciaron la inmunización con la vacuna que protege contra cuatro de esos serotipos (A,C,W,Y), dispuesta en el calendario nacional. El cerco sobre la bacteria continúa cerrándose con el lanzamiento de la que previene la infección por B, que en la actualidad produce en el país más de la mitad de los casos. Por el momento, sólo puede adquirirse en el sector privado. El meningococo se transmite de persona a persona a través de gotitas respiratorias de un portador asintomático y menos frecuentemente de un enfermo (hasta 24 horas después de iniciado el tratamiento). Puede provocar meningitis (inflamación de la membrana que cubre el cerebro), un cuadro temido por la dificultad de detectarlo en forma precoz, ya que sus síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades (rigidez de nuca, fiebre alta, fotosensibilidad, cefalea y vómitos) y por su rápida evolución, ya que incluso cuando es diagnosticado y tratado en forma temprana, uno de cada 10 pacientes fallece entre las 24 y 48 horas posteriores al inicio de los signos de alerta y el resto tiene alto riesgo de sufrir secuelas irreversibles (discapacidad neurológica, sordera, ceguera, amputaciones).  Si bien ataca a adultos, los menores de cinco años, y particularmente los menores de nueve meses (en los que se da el 64% de los casos), son la población más vulnerable a esta bacteria, que también puede desencadenar sepsis (infección generalizada), bacteriemia o meningococemia. La vacuna recombinante contra el meningococo B fue autorizada por la ANMAT hace dos años, pero está disponible recién desde el mes pasado en los vacunatorios privados y será presentada formalmente mañana en el marco del Congreso Argentino de Pediatría por su creador, el italiano Rino Rappuoli, padre de la vacunología reversa, el revolucionario método con el que fue diseñada a partir del análisis de las secuencias del genoma de la bacteria. Está indicada a partir de los dos meses, en un esquema de tres dosis y un refuerzo después del año. En los mayores de dos años son dos dosis. Es el complemento de la antimeningocócica conjugada (que protege contra los serogrupos A, C, W, Y) que desde este año se da en forma gratuita y obligatoria a bebés con tres meses cumplidos a partir de enero y chicos de 11 años (los adolescentes son quienes más portan la bacteria). Se había incorporado en 2015 al calendario nacional por resolución ministerial.