Este martes a las 11 de la mañana, Julieta Silva será sometida a la pericia oftalmológica dispuesta para determinar su agudeza visual y si su alto grado de astigmatismo (grado 3) tuvo incidencia la madrugada del 9 de septiembre, cuando atropelló y mató a su novio Genaro Fortunato en la puerta del bar "Mona" de San Rafael. La estrategia de la defensa, a cargo de Florencia Garciarena, apunta a las dificultades visuales de la joven, que le impidieron ver a Fortunato tirado en el asfalto en el momento del accidente, a raíz de que había olvidado los anteojos que utilizaba para manejar. Tíndaro Fernández, abogado de la familia Fortunato, buscará desestimar la supuesta falta de agudeza visual como un atenuante para Silva. Para el letrado no tuvo incidencia el astigmatismo y defenderá que la mujer tuvo una conducta alevosa y pretendió acabar con la vida del joven, de acuerdo a lo informado por Diario San Rafael.