El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que la masacre del domingo en Las Vegas, con 59 muertos y más de 500 heridos, fue obra de "un hombre demente", pero evitó una vez más hablar del control de las armas de fuego, actualmente el tema de mayor controversia y sensibilidad en la sociedad. En unas breves declaraciones a periodistas antes de viajar a Puerto Rico, Trump describió esta mañana al atacante como "un hombre enfermo, un hombre demente, con un montón de problemas, me imagino", sin mencionar que se encontraron 23 armas de fuego en la habitación del hotel desde donde disparó contra los asistentes a un concierto. "Se trata de un individuo muy enfermo", insistió Trump, eludiendo nuevamente condenar o simplemente referirse a la violencia por armas de fuego, en la misma línea de sus declaraciones de ayer.