Muchas veces se ha escuchado o leído que la carrera de Martín Palermo es digna de una película. Y no es una exageración. El Titán dejó su huella en Boca, donde se convirtió en el máximo goleador histórico del club con 236 tantos, y en la selección argentina, con la que disputó el Mundial Sudáfrica 2010. Pero no fue sólo la participación en la Copa del Mundo lo que hizo que entrara en la historia del conjunto nacional, sino también su recordado gol contra Perú, en las eliminatorias, que fue clave para la clasificación. Hoy, la selección argentina volverá a jugar contra Perú un partido clave por las eliminatorias y Palermo, hoy devenido en un exitoso entrenador del fútbol chileno, lo vivirá como un hincha más. Pero claro, aquel gol agónico sigue vivo en los recuerdos de los hinchas, que no pueden olvidar ningún detalle. La lluvia, el viento, el tumulto en el área, el centro del Pocho Insúa, la zurda salvadora, la pelota entrando a la red, Palermo sacándose la remera, Maradona haciendo una palomita sobre el campo de juego, todas las estrellas de Europa rodeando a Palermo, Palermo en cuero, Palermo mirando al cielo, Palermo. "Fue una noche increíble. Creo que de todos los partidos que jugué a lo largo de mi carrera, nunca hubo tanto viento, tanta lluvia y tanta emoción. Me siento un privilegiado. Yo estaba en el banco. En el primer tiempo, se dio un 0-0 malo. Y cuando estoy yendo al vestuario, Diego me hace calentar. Y me dijo: 'Mirá que vas a entrar, aprovechá esta oportunidad'", relató Palermo en una entrevista realizada en el programa "Alma de Potrero", que emite DirecTV Sports. "Era de esas jugadas que nunca pensás que te va a terminar cayendo la pelota a vos, más allá de la intuición. Como era yo, siempre pensaba que me podía caer, pero ese día no podía imaginarlo", reconoció. Y, en la misma entrevista, repasó todos esos recuerdos que aparecen la mente cada vez que uno se remonto a aquella noche en el Monumental. Sin embargo, Palermo también reveló un detalle que nadie sabía (o casi nadie) sobre su gol. "De todo el revuelo que se arma, la pelota le terminó cayendo al hermano de mi señora. Cuando voy a saludarlo, lo veo que estaba con una pelota debajo del brazo. Le pregunté: '¿Y esa pelota?'. Me respondió: 'Me cayó después del gol, no sé cómo'. Así queTengo la pelota en mi casa guardada como recuerdo, una anécdota increíble. Fue una felicidad enorme volver a reencontrarme con el hincha argentino después de esa marca maldita de los tres penales". Otra perlita para la película. FUENTE: La Nación Deportes