Los resultados de las últimas pericias psicológicas de Julieta Silva la comprometen más en la causa por la que investigada, la muerte de su novio, el rugbier Genaro Fortunato, a la salida de un boliche en San Rafael cuando ella lo atropelló. El informe presentado por profesionales de la salud mental advierte rasgos peligrosos en la conducta de Silva. La describen como una persona egocéntrica, sin sentimientos de culpa, antisocial e histriónica, según informa el diario Ciudadano. Además, presenta dificultades en el control de los impulsos y esto favorece la realización de conductas agresivas.