Laurita Fernández y Federico Bal vivieron un momento de tensión a la salida de uno de los ensayos del Bailando por un Sueño. ¿Qué pasó? Fueron víctimas de una insólita agresión por parte de dos automovilistas. Todo sucedió en la calle Blanco Encalada, cerca de Avenida del Libertador. En su relato, Laurita explicó: “Salimos con Fede del ensayo, cada uno en su auto, él con su camioneta y yo con mi auto detrás de él. Al doblar por una calle cerca del gimnasio donde nos entrenamos, una camioneta aceleró para pasar entre medio de mi auto y el de Fede. Frené, obvio, porque casi me choca. Lo dejé pasar, pero empieza a andar despacio, como queriendo cancherear e hice el gesto de ‘dale, si ya pasaste, avanzá’. Cuando cortó el semáforo, quedó la camioneta de Fede, la de esta persona, mi auto y atrás se me puso otra camioneta igual. Se ve que eran pareja, porque manejaba una mujer. En ese momento, salió el tipo sacado de la camioneta a encararme a la ventana, trabé todo porque me asusté, y cuando Fede vio todo por el espejo retrovisor, se bajó a ver qué pasaba. Ahí, el tipo le dio un cabezazo en la boca“. “En eso se bajó la mina de atrás, vino a la ventana de mi auto y empezó a gritarle a Fede. Los dos estaban sacados y le gritaban a Fede. Estaban en un estado que no podían ni discutir, porque no sabía si iban a sacar un palo, un arma. Yo estaba muy nerviosa, trabé todo y cuando vi que le pegaron a Fede salí corriendo para ver si estaba bien. Pero la mina vino para mi auto y cuando vi que Fede se paró, me fui corriendo de vuelta a mi auto. Lo único que me salió decirles era que paren, porque no sabía cómo podían llegar a terminar. Avanzó el semáforo y nos quedamos en un costado de la calle y justo se acercó un patrullero, le dimos la patente de estas personas. Fue más que nada la angustia y el miedo que vivimos”. En diálogo con Ángel de Brito vía WhatsApp, el actor dio su versión: “El tipo estaba muy sacado, la gente está mal de la cabeza. Bajé del auto porque el flaco de atrás mío se bajó a pelearle a Laurita, quería hablarle y frenarlo. Pero me pegó un cabezazo en la boca directamente. De verdad que no entendí nada, la gente se metió cuando vio el tumulto. El pibe estaba sacado, no entendí qué estaba pasando, no llegué a darme cuenta. La gente empezó a filmar. Yo ni lo toqué, pero me ligué un cabezazo y me volví a subir al auto. La bronca con la que me quedé… Es la historia de siempre, la del violento en la calle”.