A partir de los 12 años se achican las expectativas de los chicos que sufrieron un calvario en su familia de origen para que puedan ser adoptados. Y ése es el caso de una adolescente en Santa Fe que busca ser adoptada por una familia. La chica, de 13 años, cursa el sexto grado en una escuela de San Lorenzo y sueña con ser peluquera. Su caso puede sentar un feliz antecedente. Integra un grupo etario donde muy pocos padres adoptivos posan su mirada, por eso el gobierno santafesino abrirá a partir de este miércoles y hasta el 27 inclusive, la primera convocatoria pública a nivel nacional para adoptarla.  Los interesados deberán inscribirse a través de un formulario único disponible en la página webwww.santafe.gob.ar/convocaruaga. La inédita búsqueda surge tras haber agotado el rastreo entre los integrantes del Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (Ruaga) en donde comienzan las primeras gestiones con niños en situación de adoptabilidad. "Cuando la conocimos, nos pidió una casa para toda la vida y no andar rotando de institución en institución", contó al diario La Capital el subsecretario de Asuntos Registrales, Matías Figueroa Escauriza. Los funcionarios saben que se juegan una apuesta muy fuerte que logre conmover y llegar a los corazones de familias que buscan adoptar un niño en la Argentina. La mayoría de las veces se analizan situaciones y decisiones frente a los expedientes en un despacho. En esas fojas se ventilan realidades muy crudas y crueles. Su historia es una de las tantas de menores de edad de entre 12 y 18 años que tienen serias dificultades en ser adoptados, por el sólo hecho de ser "viejos". Según datos oficiales, el 80 por ciento de los aspirantes a una adopción buscan entre bebés recién nacidos y los tres años. Y el resto aspira a adoptar un niño o niña hasta los 11 o 12 años. Fuente: minutouno