"El envejecimiento es matemáticamente inevitable. Desde el punto de vista lógico, teórico y matemático, no hay escapatoria", dijo Joanna Masel, profesora de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Arizona. Masel y su colega Paul Nelson aseguran que hasta ahora la ciencia dejaba abierta la posibilidad de detener el envejecimiento si se podía encontrar una manera de hacer que la selección entre organismos fuese perfecta a través, por ejemplo, de la competencia entre células. Sin embargo, Masel y Nelson crearon una ecuación matemática que dice demostrar que en un contexto de competencia pueden suceder dos cosas: o se acumulan las células inactivas o proliferan las células cancerosas. "Así que estás atrapado entre permitir que estas células inactivas se acumulen o que las células cancerosas proliferen, y si haces una cosa no puedes hacer la otra. No puedes hacer ambas cosas al mismo tiempo", dijo Nelson. "Puedes solucionar un problema, pero estás atrapado con el otro. Las cosas empeorarán con el tiempo, de una de estas dos maneras o de ambas: o bien todas tus células se volverán más lentas, o tendrás cáncer", insistió Masel. Los investigadores concluyeron que el envejecimiento es una "verdad incontrovertible" y "una propiedad intrínseca de ser multicelular".