Rosalía Jara, de 18 años, es oriunda de Fortín Olmos, Santa Fe, una localidad ubicada a 300 kilómetros de la Capital que no supera los 3 mil habitantes. La última vez que se la vio fue debajo de una garita sobre la ruta provincial 83, en la noche del 1º de julio.  No hay rastros de ella desde entonces. Los rastrillajes resultaron negativos, pese a que trabajaron profesionales y perros capacitados especialmente para la búsqueda de personas. Pasaron cuatro meses y nueve días. Las marchas que reclaman por su aparición se sucedieron desde entonces. La última, reclamaba la continuidad de su búsqueda, la aparición con vida y que el Gobernador Miguel Lifschitz acceda a una audiencia con la familia. Alma, su pequeña hija de 2 años, también la espera. El caso ya no sacude al norte de Santa Fe. Ahora, la provincia quiere saber qué pasó. “Lamentablemente, a cuatro meses de la desaparición, no tenemos novedades para informar”, confirmó hace unos días el subsecretario de Derechos Humanos del gobierno santafesino, Publio Molina. El gobierno dispuso una recompensa de un millón de pesos para quien aporte datos sobre su paradero. Sin embargo, las hipótesis que surgen "son débiles", admiten las autoridades. Judicialmente, el caso tiene un detenido. Juan Valdez, docente de Educación Física, quien admitió haber mantenido una relación extra matrimonial con la joven desaparecida, que años antes había sido su alumna. Su aporte en la causa es nulo a pesar de ser el principal sospechoso que, hasta el momento, tiene el caso. "El día de la desaparición, Rosalía llamó a Valdez 14 veces. La última fue a las 22:17 y duró 28 segundos. La comunicación fue minutos antes de la desaparición de la joven", le dijo a Clarín una fuente del caso. A partir de ese momento, el teléfono de ella no emitió más señales. "El dato relevante que aporta el historial del GPS del celular del sospechoso lo ubica a esa hora cerca de un campo, en inmediaciones de un bañado", explicaron los abogados querellantes. Valdez permanece en prisión preventiva y se ha negado sistemáticamente a hablar. Pero un reciente estudio de ADN volvió a incrementar las sospechas sobre el detenido: Juan Valdez es el padre biológico de la hija de Rosalía Jara. "Estamos en esta situación preocupante, deprimidos, con mucha tristeza y angustia. No pensamos que iba a pasar algo así. Es un pueblo chico donde todos nos conocemos", señaló Rubén Jara, tío de Rosalía. "Queremos saber la verdad de qué pasó con ella, qué le hicieron o dónde está. En el pueblo tememos que le pueda llegar a pasar a otra chica, niña o a otra persona", agregó. Los abogados de la familia pedirán al gobierno de Miguel Lifschitz que se nacionalice la búsqueda. Con dos hipótesis igual de crueles: fue secuestrada por una red de trata o la asesinaron. La sociedad también lo reclama.