En veinte años de carrera, Millie Stegmann (49) formó parte de innumerables éxitos como Son amores, Chiquititas, Naranja y Media, Perla Negra ¡y la lista sigue…! Pero en 2005, la actriz visitó junto a una prima a la Virgen del Cerro en Salta y su vida tomó un giro inesperado. Allí, Millie se sintió diferente: “Se me reveló el amor de Dios. Para mí, fue el espíritu que se manifestó. Fue el espíritu en su totalidad (…) Recibí el llamado de Jesús y de María, el amor más grande y puro que haya sentido jamás, y decidí aceptar ese llamado”, declaró tiempo atrás para explicar su alejamiento de los medios. Lejos de la fama y las tapas de revistas, hoy Millie se dedica a las obras de caridad y se aferra a la religión. De hecho, su última incursión en la actuación fue en 2012 en la obra de teatro Mujeres y botellas. La revista Paparazzi encontró a la actriz esta semana caminando por Palermo ya que Stegmann vive cerca de los Bosques de Palermo. Con calzas, zapatillas, remera amplia y riñonera, Millie pasaba desapercibida mientras se ejercitaba caminando y escuchaba música. Según la revista, si alguien la reconocía, ella atinaba a sonreír tímidamente. ¡Qué cambio!       Fuente: Ciudad