En diálogo con diaro La Nación, el tenista argentino Diego Schwartzman, explicó cómo fueron los comienzos en su carrera y los sacrificios que su familia tuvo que hacer para poder convertirse en profesional. “Mi familia en la época de los 80 tenía muchos problemas económicos, y sufrieron mucho para poder sacar adelante a mis hermanos y a mí. Cuando comencé a jugar al tenis, mi mamá vendía pulseras en los torneos para poder tener dinero para pagarme los viajes y sacar la familia adelante. Vivíamos prácticamente en la pobreza, y actualmente ya somos una familia de clase media, y eso se lo debo a mis padres y a mis hermanos”, confesó el Peque. Por otra parte, habló sobre el vínculo que mantiene con Juan Chela, su entrenador: “No puedo decir muchas cosas buenas de Chela porque sino se crece mucho (risas). Yo acabé la temporada pasada con Sebastian Prieto, un coach que me enseñó mucho y al que siempre le estaré agradecido por todo lo que hizo por mí. Al separarme de él, tenía muy claro que quería tener como entrenador a alguien con experiencia en este deporte y que haya trabajado mucho en su época como tenista, y muchas personas me dijeron que Chela quería regresar al mundo del tenis, y yo rápidamente contacté con él y aceptó. Cuando fue jugador, Chela fue un tenista que trabajaba mucho y que fue de lo más destacado de mi país en la última década”. Además, hizo un análisis de la temporada 2017, en la que terminó dentro de los 30 mejores jugadores del mundo: “Llevo varios años manteniendo a mi equipo y un estilo de juego que parece que me está funcionando. El pasado año ya conseguí afianzarme en el Top 50 y ganar mi primer título. Recuerdo que hice una segunda parte de temporada muy buena, ganando muchos partidos y peleando ante tenistas de mejor ránking, y eso quieras o no me dio confianza para comenzar el 2017 a un buen nivel. La clave de este gran año creo que ha estado en la regularidad, ya que el simple hecho de no lesionarte y jugar a un buen nivel te hace situarte en buenos puestos. Además he mejorado mucho en la fortaleza mental y física, consiguiendo ganar partidos de larga duración”. Finalmente, también contó cuál es su jugada favorita: “El punto que más me gusta es la devolución winner tras un buen saque. Hacer que el rival no pueda volver a tocar la pelota tras su saque o tenga que defenderse y yo tenga que llevar la manija del punto. Cuando consigo hacer una buena devolución, me da mucha confianza para afrontar los siguientes puntos”.