Si hay un mes complicado para el cuidado de tu cuerpo es diciembre: eventos de fin de año, tanto laborales como de tus amistades, Navidad y año nuevo se suman a tu día a día. Pero eso no tiene porqué impedir que puedas mantener tus buenos hábitos alimentarios y deportivos. Eventos en restaurantes Es muy habitual “elegir bien” en locales de comida y llevarte una no tan grata sorpresa, ya sea por métodos de cocción, sabores o cantidades. Suele pasar, por ejemplo, pedir una guarnición de vegetales cocidos y encontrarte con que están “casi fritos”. No tengas miedo de preguntar “cómo se cocina” y no olvides que son sólo pequeños eventos, nadie está evaluando tu comportamiento ni desempeño laboral mediante tu alimentación, relajate e intentá mantener tus hábitos saludables. No consumas entrada, plato principal y postre. Siempre que no estés seguro, pregunta cómo se cocinaron los alimentos (evitá fritos, salteados y platos cocidos con manteca). Evitá salsas que contengan crema y acompañá con vegetales, preferentemente crudos. Dependiendo de tus objetivos, género, tamaño corporal y actividad física habitual, evaluá cuál es la porción que corresponde que consumas (no tengas miedo de dejar comida en el plato si hace falta). Navidad y Año Nuevo Son festejos, pasan una vez al año. No seas hiper-restrictivos, relajá un poco y comé lo que te gusta, pero sin excederte tanto como para sentirte mal o arruinar días y días de cuidado personal. Intentá ayudar en la planificación de la mesa para poder incluir algunos alimentos saludables. Elegí bien qué vas a comer y servilo en tu plato. Revisá los postres, fijate cuáles te gustan y cuáles son menos accesibles a lo largo de tu año para así “sacarte las ganas” en estas fechas. No consumas productos de kiosco en el mes más complicado del año, guardate las ganas para meses menos difíciles. Evitá llevarte “tupper” de las fiestas, son comidas que no deberías repetir a lo largo de tus días no festivos.Consumí alcohol pero con moderación, cada vaso de bebida alcohólica oscila entre las 150-300 calorías, los tragos un poco más. Cada unidad puede representar el 10-15% de tu consumo calórico diario. Una vez finalizados los eventos correspondientes, la idea siempre es volver a tu dieta habitual, o quizá un poco más restrictiva si sentís que te “liberaste” demasiado en las fiestas. No te excedas en “comer de menos”, no sólo no es saludable para el organismo, sino que, en algún momento de tu día o semana, vas a terminar compensando con cosas que no corresponden. Vas a tener hambre, después de un aumento en la ingesta a lo largo de casi dos días, tu cuerpo se acostumbró a comer en exceso, alimentate como siempre un par de días y ese “hambre” se va a ir. Evitá generar otros eventos alrededor de los existentes, trata de ir volviendo a tu “vida normal”. Si no te convenció uno de los ítems anteriores y te llevaste parte de “lo que quedó”, guardalo en el freezer separado por porciones, no hace falta “comerlo ya” y seguir rompiendo la dieta habitual. Actividad física Hay que intentar que el calor, feriados y reuniones no te detengan de seguir con tu vida normal, mantené tu movimiento que te va a ayudar a que esos “gustitos de más” que te das en estos días no te afecten tanto. Estas son sólo algunas recomendaciones de cómo podrías manejarte de una mejor manera en el último tramo del año. Lógicamente cada persona es diferente y encuentra sus propios “trucos” para mantenerse dentro de su zona cómoda respecto de la alimentación.