Los teléfonos celulares, desde que pasar a ser inteligentes, se han convertido en un apéndice más de las personas, ya que los llevan a todas partes e incluso, duermen con ellos al lado por las noches. Este último comportamiento podría dejarnos expuestos a ondas de radiación no saludables, debido a las frecuencias que utilizan estos teléfonos para comunicarse entre ellos enviando datos. Cómo nos afecta esta frecuencia En la actualidad los más importantes centros de investigación estudian el impacto del uso del celular en enfermedades como el cáncer, problemas de salud mental y reproductiva y con déficits de atención. El Departamento de Salud de California publicó algunas normas para evitar problemas. Desde el organismo, advirtieron que lo mejor es mantener estos aparatos a una cierta distancia del cuerpo. “Mantener el teléfono directamente sobre el cuerpo nunca ha sido una buena idea”, sostuvo una de sus especialistas. Entre algunos consejos de este departamento se encuentran: nunca poner el celular debajo del cuerpo, evitar utilizarlo para hablar cuando la señal es débil, sacarse los auriculares cuando no hacemos llamadas y reducir el uso de teléfonos celulares para transmitir audio o video, o descargar o cargar archivos grandes.