La correcta alimentación de las mascotas parece ser hoy una tarea más simple que nunca. Alimentos que ya vienen en paquete y que en teoría aportan todos los nutrientes necesarios o la comida casera que tanto les gusta cumplirían la correcta función en el organismo de estos miembros honorarios de muchas familias argentinas. Sin embargo, los requerimientos de cada animal varían según su tamaño, edad o las enfermedades y problemas que puedan tener. Por eso, la consulta con un veterinario o especialista en nutrición es una de las mejores ideas si lo que se busca es cuidar la salud del animal de compañía. Para cada etapa de la vida tanto perros como gatos tienen distintas necesidades nutricionales y la alimentación debe poder cubrirlas. También hay que tener en cuenta las variaciones según el tipo de especie. Héctor Quintana, médico veterinario, docente de la cátedra de nutrición y alimentación animal y titular del servicio de nutrición clínica del Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA explicó que, con respecto a los caninos, las razas más pequeñas crecen mucho más rápido cuando son cachorros y ya son considerados adultos a los 8 meses y en ese momento es cuando se debe aportar la mayor cantidad de nutrientes. Las especies medianas o grandes alcanzan su tamaño definitivo cuando llegan al año de edad. Durante este período es cuando se deben extremar los cuidados con respecto a la alimentación, tanto en deficiencias como en excesos energéticos. Los gatos, en cambio, son carnívoros estrictos y en un entorno natural ingieren pequeños animales vivos como ratones o lauchas. Por eso, la comida que incorporen debe ser lo más parecida a esos alimentos y contener una gran cantidad de proteínas y aminoácidos, a diferencia de los perros que, si bien consumen carnes, también pueden comer otras cosas. Esto sucede porque los felinos no poseen las enzimas suficientes para metabolizar una cantidad alta de carbohidratos y, además, no toleran esos niveles en la alimentación natural, por eso los alimentos balanceados secos que se elaboran con un porcentaje bastante elevado de carbohidratos no son los más adecuados a nivel fisiológico. Sin embargo, si la calidad de estos es buena se pueden evitar problemas o enfermedades y trastornos digestivos – como litiasis o cálculos-metabólicos o de obesidad. También es importante prestar mucha atención a la forma en la que se administra y dosifica la cantidad de alimento respetando el ciclo circadiano, también conocido como reloj biológico. Qué hay que tener en cuenta a la hora de alimentarlos Las necesidades nutricionales de felinos y caninos son de tipo hidrosolubles y liposolubles, es decir, aquellas que tiene que sintetizar el organismo y deben aportarse todos los días. Quintana señaló que las mismas son prácticamente similares a las que necesitan los seres humanos. Por eso es muy importante que un especialista recomiende una dieta casera y preparada en casa, o, por supuesto, los alimentos balanceados convenientes que se venden en las veterinarias. "Hay que tener en cuenta que los gatos tienen más requerimientos de vitaminas y aminoácidos que los perros. El ejemplo más claro son los ácidos grasos de tipo linoleico araquidónico. Por eso necesitan comer grasas, las cuales están en los tejidos animales y no en los vegetales", detalló. Otro tema importante son los alimentos o suplementos que pueden llegar a provocar un daño, debido a la toxicidad que puede significar para las mascotas. El más peligroso y que tal vez parece más inofensivo es el chocolate amargo: las mascotas no pueden metabolizar y eso se convierte en una sustancia dañina para su organismo. "También hay otros alimentos comunes que pueden llegar a ser tóxicos sobre todo si se comen en exceso. Algunas de esas comidas son la cebolla cruda o el ajo aunque todo depende del tamaño del animal y de la cantidad que ingirió", explicó Quintana.