En el encuentro que paralizó al fútbol en España, Barcelona derrotó 3 a 0 a Real Madrid en el Santiago Bernabéu y de esta manera se está consolidando como líder de la Liga, con nueve puntos de ventaja sobre Atlético de Madrid. El local llegaba entonado a este duelo luego de haber conquistado su segundo Mundial de Clubes consecutivo y el tercero en los últimos cuatro años tras derrotar a Gremio en Abu Dhabi. Esa coronación mereció la exhibición del trofeo antes del pitazo inicial. El elenco dirigido por Zinedine Zidane, que arrancó el partido a 11 puntos de su rival, se mostró más ambicioso desde el inicio y tuvo la primera ocasión cuando apenas habían corrido 110 segundos: un cabezazo de Cristiano Ronaldo terminó en la red tras un córner desde la derecha y un primer golpe de cabeza de Raphaël Varane, pero el árbitro José María Sánchez Martínez lo anuló correctamente por posición adelantada. Antes de los 10 minutos el Merengue volvió a avisar con una buena maniobra por la izquierda y un centro de Toni Kroos que dejó a Cristiano Ronaldo en el punto del penal y de frente al arco, pero el portugués dibujó una pifia impropia de un futbolista de sus kilates. La jugada terminó con un duro planchazo de Dani Carvajal sobre Andrés Iniesta, que había retrocedido para enviar el balón al córner. Mientras su rival buscaba sin pausa la apertura del marcador, Barcelona se refugiaba, aunque su defensa no daba gran seguridad, y cedía la iniciativa. Así, Lionel Messi casi no entraba en contacto con el balón y Luis Suárez se dedicaba más a discutir que a jugar. Pese a ello, la calidad individual de los jugadores de la visita dejaban abierta la posibilidad de un golpe de efecto en cualquier momento. Llegó a los 30 minutos, cuando Messi despachó un pase quirúrgico al área, el brasileño Paulinho se filtró y sacó un bombazo que obligó al costarricense Keylor Navas a estirarse al máximo para enviar el remate al córner. Enseguida respondió el local, con una penetración por la izquierda y un zurdazo cruzado de Cristiano Ronaldo. El alemán Marc-André Ter Stegen, una garantía en el arco del Barsa, alcanzó a desviar con uno de sus pies. El último cuarto de hora del capítulo inicial fue de ida y vuelta porque el conjunto de Ernesto Valverde emparejó las acciones, pero el Madrid siguió mostrándose muy peligroso cada vez que pisó el acelerador. Antes del descanso los dos equipos dispusieron de buenas ocasiones para quebrar el cero. Primero lo tuvo el Barsa, con un centro de Messi desde la izquierda y un buen anticipo en el primer palo de Paulinho, que nuevamente chocó con las manos de Keylor Navas. A los 42 minutos el francés Karim Benzema, repudiado por parte del público en el Bernabéu, anticipó al belga Thomas Vermaelen en el punto del penal luego de un centro de Marcelo, pero su cabezazo fue repelido por el poste izquierdo. En el complemento el elenco catalán se pareció mucho más al equipo que venía dominando la Liga y que había avanzado a paso firme en la Liga de Campeones de Europa: prolijidad, paciencia, mucho juego asociado y presencia en el campo de un rival dormido. Con Barcelona a pleno, no extrañó que llegara el primer tanto. Fue a los 9 minutos y con una maniobra marca registrada: Sergio Busquets clarificó en la salida, Ivan Rakitic levantó vuelo desde su campo, Sergi Roberto asistió en el momento justo y Luis Suárez, que casi no había tenido participación en el juego, la cruzó al gol. El tanto dejó groggy a Real Madrid, que no pudo asimilar el impacto. A los 12 minutos la visita pudo ampliar la ventaja con un contragolpe encabezado por Messi que Suárez definió mal. Zidane pensaba cómo reorganizar su equipo y pensaba a quién echar mano en el banco cuando a los suyos les cayó el segundo mazazo. A los 17 minutos y con la defensa blanca tambaleante, el Barsa se hizo un picnic: primero no pudo Suárez en un mano a mano con Suárez; en el rebote el uruguayo se encontró con el poste y una tercera chance Dani Carvajal debió sacar con la mano un cabezazo de Paulinho con destino de red. El árbitro Sánchez Martínez expulsó al zaguero del Madrid y sancionó penal. De la ejecución se hizo cargo Messi, que con un zurdazo alto estableció el 2 a 0 y selló su 15° gol en esta temporada de la Liga. Por último, y sobre el final del partido, Aleix Vidal sentenció el tercer gol para los catalanes. FUENTE: Clarín