Gabriel Heinze, flamante entrenador de Vélez, tomó una insólita decisión para que sus jugadores no se distraigan y estén con la mente puesta en el objetivo a cumplir el próximo semestre durante la pretemporada que se llevará a cabo en la Villa Olímpica del club. El “Gringo” les prohibió a los futbolistas jugar con las consolas de videojuegos y hasta les restringió el uso de los celulares. También le solicitó a los dirigentes que no tengan contacto con los jugadores durante la pretemporada. Asimismo, pidió que el césped de las canchas se corte bien cortito y que esté en buen estado fundamental para el desarrollo del buen juego. Su último deseo fue el cambio de todos los colchones de las habitaciones de la Villa Olímpica.