El partido se disputó el martes pasado y fue 2 a 1 en favor del conjunto local, pero el dato saliente lo dio Livermore, cuando fue a increpar directamente a un hincha que lo hostigaba mientras era reemplazado. Después, desde su club comunicaron que el fanático le había recordado al hijo que perdió junto a su mujer en 2014, lo que terminó por desatar la furia del jugador de 28 años. "No se tolerarán conductas que inciten a la violencia o abusivas en el Estadio de Londres", comunicó este viernes el West Ham para anunciar que el hincha en cuestión no podrá entrar más a los partidos del equipo, tanto de local como de visitante.