Evitar el ingreso de eventuales grupos terroristas, aumentar los controles en un año sensible para la seguridad nacional por la cumbre del G20 y agilizar la puesta en marcha del decreto que fijó un mayor seguimiento a los extranjeros que cometan delitos. Bajo estas premisas, el Gobierno decidió reforzar en los últimos días su política migratoria y se dispone a mantener mayor firmeza en los mecanismos de vigilancia en los ingresos a la Argentina. Tanto el Ministerio de Seguridad, como los de Interior y Justicia; la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la Cancillería decidieron poner en marcha toda una batería de medidas tendientes a darle mayor relevancia al sistema de migraciones nacional. Según se pudo saber, desde la Dirección de Migraciones junto con la AFI y el Ministerio de Seguridad acordó con empresas aéreas extranjeras la instrumentación de un sistema de control anticipado de pasajeros mucho más rígido que el que funciona actualmente y que estará focalizado en países de Medio Oriente y de América Latina. Este sistema que convino el gobierno con las compañías de aviación de países latinoamericanos y de Medio Oriente permitirá hacer un rastreo de los pasajeros que viajen a la Argentina no solo con 24 horas de antelación sino también de todas las escalas y hojas de ruta que hicieron. "En un año clave como será este donde la Argentina tendrá más de 30 reuniones del G20 con una cumbre de presidentes hay que reforzar todos los controles al máximo", explicó un funcionario de la Casa Rosada abocado al tema. En la práctica, este mecanismo que se acordó con más de 20 países prevé contar con un mapeo de los pasajeros provenientes de ciudades desde donde podrían venir grupos terroristas o sectores relacionados con el narcotráfico. En esta misma línea, desde el Ministerio del Interior y el de Seguridad ya se puso en marcha un mecanismo que contempla un sistema de alertas tempranas ante eventuales pasajeros sospechosos. Hasta ahora solo se podía conocer la identidad de quienes venían a la Argentina con 24 horas de antelación. Ahora se sabrá la ruta que muchos de esos pasajeros hicieron antes de embarcar para Buenos Aires y los lugares por los que pasaron. Esta información se cruzará con Interpol, la AFI y Migraciones para sacar un perfil de los pasajeros sospechosos. Por otra parte, desde la Dirección de Migraciones que lidera Horacio García se decidió reforzar en la práctica el decreto que fija mayores controles a los extranjeros residentes en el país y que tienen causas penales. El año pasado Macri emitió un decreto por el cual se podrá expulsar automáticamente a los extranjeros con causas penales y reincidencias en el país. A la vez, la norma estableció que si un extranjero tiene condena o está cumpliendo condena, en la Argentina o en el exterior, o tiene antecedentes por tráfico de armas, de personas, de estupefacientes o por lavado de dinero o inversiones en actividades ilícitas o delito que merezca para la legislación argentina una pena privativa de la libertad de tres años o má no podrá ingresar al país.