Un manto blanco de hasta 15 centímetros de espesor sembró el caos en París. Mientras los peatones y turistas disfrutan de la increíbles postales de la ciudad cubierta por la nieve, -y algunos hasta sacaron los esquíes o armaron muñecos- otros pasaron la noche atrapados en sus vehículos o en refugios improvisados a las afueras de París, ya que las autoridades francesas no lograron limpiar las rutas a tiempo. Tras una primera jornada de mal tiempo que ya obligó a cerrar la Torre Eiffel, varios vuelos fueron anulados durante la mañana en los aeropuertos parisinos. Según el sitio franceinfo, es la mayor nevada desde 1987.