Siempre estamos buscando formas de transformar nuestras vidas, pero a veces nos olvidamos de que, junto con el ejercicio, hay otro medicamento milagroso bajo nuestro control: dormir. Si tienes algunos días libres durante las vacaciones o a menudo descansas los fines de semana, una de las mejores cosas que puedes hacer con tu tiempo es trabajar para arreglar los hábitos de sueño. No es un asunto baladí. Nuestros problemas de sueño son tan graves que los Centros de Control de Enfermedades (CDC) se refieren a ellos como "una epidemia de salud pública". Si bien un pequeño porcentaje de la población no tiene ningún problema ni impedimento por dormir poco, es algo increíblemente raro. Casi la mitad de la población no duerme lo suficiente: el 40% de las personas duerme menos de 7 a 9 horas recomendadas por noche (los adolescentes y los niños necesitan aún más horas de sueño). Tampoco nos vayamos al extremo. Dormir demasiado tampoco es bueno y tiene sus propios riesgos para la salud; afortunadamente, solo el 5% de las personas duerme más de 9 horas cada noche. Dormir te hace sentir mejor, pero su importancia va mucho más allá de solo aumentar tu estado de ánimo o eliminar esas molestas bolsas debajo de los ojos. Tener un sueño adecuado es parte clave de un estilo de vida saludable y puede ser beneficioso para el corazón, la mente, nuestro peso... De hecho, es tan importante como comer sano y hacer ejercicio. Por desgracia, el medio ambiente occidental está interfiriendo con los patrones naturales de sueño. Ahora dormimos menos de lo que lo hacíamos en el pasado, y la calidad del sueño también ha disminuido. Sea como fuere, sabemos que dormir más mejoraría nuestras vidas. ¿De qué forma? Hoy exploramos cómo. Fuente: Muy Interesante