Hace cinco a&ntilde;os y medio que Marcelo Polino inici&oacute; los tr&aacute;mites para poder adoptar a un ni&ntilde;o. Sin embargo, el proceso es lento y el periodista comenz&oacute; a barajar otra opci&oacute;n para ser pap&aacute;, ya que en su mente nunca estuvo la posibilidad de alquilar un vientre. &nbsp; &quot;Ese no es mi deseo. Yo empec&eacute; muy de abajo, me fue muy bien en mi carrera, entonces yo quiero ayudar a alguien que lo necesite, en salud y educaci&oacute;n. Ir a Miami, alquilar un vientre y esperar nueves meses hubiera sido f&aacute;cil, pero no es lo que quiero&quot;, le dec&iacute;a Polino a Ciudad, en la nota de tapa que protagoniz&oacute; en octubre pasado. <p dir="ltr">Ilusionado con la paternidad, Marcelo le confes&oacute; a la revista Paparazzi que analiza la idea de adoptar a dos hermanitos, dado que eso facilitar&iacute;a las cosas. &quot;Yo hablo mucho con Luc&iacute;a Gal&aacute;n, que tiene su hogar. Ella el a&ntilde;o pasado pudo devolver a muchos chicos a sus familias de origen. Y eso est&aacute; bueno. Ella me dice que trate con dos hermanitos, que puedo tener m&aacute;s chances. Y s&iacute;, es algo algo que tengo que decidir ya mismo. Me voy a tomar un par de semanas de vacaciones, pensarlo bien y abrirme a la posibilidad de adoptar dos nenes en vez de uno. Eso me da muchas m&aacute;s posibilidades. La opci&oacute;n de uno es casi imposible&quot;, manifest&oacute;, pens&aacute;ndose ya como padre por dos. <p dir="ltr">Sin embargo, Polino asegur&oacute; que este ser&aacute; su &uacute;ltimo intento: &quot;&iquest;Si me puse una fecha l&iacute;mite? S&iacute;, este a&ntilde;o. Si no es ahora no voy a hacer una entrevista de renovaci&oacute;n, es mi &uacute;ltima opci&oacute;n&quot;. <p dir="ltr">Al momento de pensarse en ese rol, dej&oacute; en claro que es un hombre precavido: &quot;Soy s&uacute;per responsable, intentar&eacute; darle amor, contenci&oacute;n, hacer todo lo que tiene que hacer un padre. Estoy s&uacute;per preparado, tengo un departamento en planta baja y me compr&eacute; el de al lado y lo junt&eacute; para que viva alguien con nosotros para ayudarnos&quot;. <p dir="ltr">Y destac&oacute; el apoyo de su madre, Ethel, quien aguarda con ansias ser abuela. &quot;Ella me acompa&ntilde;a en todo, pero es una mujer mayor y la tengo que ayudar a manejar la ansiedad. Vive a cuatro cuadras de casa. Soy su &uacute;nico hijo y ser&iacute;a su posibilidad de tener nietos. Ser&iacute;a algo lindo, pero hay que ir con calma&quot;, asegur&oacute; Polino, sin perder la ilusi&oacute;n de poder cumplir su gran deseo de ser pap&aacute;.