Los bombardeos tuvieron como objetivo tres puntos donde -según Washington - se producen armas químicas. Según la agencia estatal siria SANA, fue atacado un centro de investigación científica en la localidad de Barsah, al norte de Damasco. Los misiles también alcanzaron un depósito del Ejército en la región de Homs. Tras el inicio del ataque, en la capital siria se escucharon fuertes explosiones. Hoy, las calles de Damasco fueron escenario de manifestaciones en respaldo al gobierno de Bashar Al-Assad. Los participantes llevaban banderas sirias y también de Rusia e Irán, países que apoyan al régimen de Damasco. El ataque militar contra Siria se limitó a tres objetivos y se centró en la infraestructura de producción de armas químicas, según señaló el Departamento de Defensa estadounidense. Fue una acción "limitada y única", aunque más amplia que la del año pasado, dijo el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis. De acuerdo con la información disponible, no se produjeron muertos. El secretario de Estado de Defensa, Jim Mattis, precisó que las fuerzas estadounidenses habían empleado el doble de municiones que en el bombardeo de abril de 2017 contra la base militar de Al Shayrat, cerca de Homs.