Cada vez más personas buscan compañía para distraerse por un rato en medio de una vida solitaria y ocupada. Son 30 dólares la hora. Así Chuck MacCarthy se convirtió en el primer paseador de gente. En sus caminatas ofrece aire fresco, ejercicio y alguien con quien hablar. Lo que parece una tontería se volvió uno de los oficios más solicitados de los últimos tiempos y ya son muchísimas las personas que imitaron a Chuck. El paseador de gente contó en entrevistas a los medios que en un primer momento lo que quiso es ser “paseador de perros”, pero como había demasiada oferta y al ver cómo la gente necesitaba de socialización dijo: “me voy a convertir en paseador de gente”. Lo que parecía una broma se volvió en un éxito y MacCarthy empezó a hacer de las caminatas un verdadero trabajo de socialización y acompañamiento para los habitantes. Se volvió tan popular que Chuck fundó una compañía y ya trabajan con él 35 personas en su equipo, donde los clientes son los que eligen con quién compartir el viaje y a dónde.