La fiscalía lo acusa de haber participado en una operación por la cual se pagó 2 mil millones de dólares para garantizar uno de los votos africanos en favor de Río. Lula aseguró que el apoyo de África a la candidatura fue natural y que se produjo a cambio de nada. “Viajé 34 veces a África, abrí 19 embajadas en África. Eso le daba a los africanos una casi hermandad con Brasil. Yo luchaba para que los continentes pobres tuviesen derecho a organizar los Juegos Olímpicos”, dijo. De acuerdo con la denuncia de la Fiscalía, Cabral y Nuzman le solicitaron al empresario brasileño Arthur Soares que aportara el dinero necesario para comprar el voto de uno de los miembros del COI para beneficiar a Río de Janeiro.