El especialista explicó que “las hepatitis que están epidemiológicamente demostradas son la Hepatitis A, B, C, D y E; esas son las principales. Toda la población de salud debería conocerlas y la población en general, también”. “De salud digo, porque no es imperativo que sólo el gastroenterólogo o el médico hepatólogo sean quienes prevengan, orienten, asesoren sobre una hepatitis, debería hacerlo cualquier médico. Las hepatitis en el tiempo han ido teniendo unas variaciones epidemiológicas con respecto a los factores de riesgo, cómo se han ido movilizando en oleadas las distintas prevalencias, incidencias, en distintos puntos del país. Tal es así, que a partir de que tenemos la vacuna para la hepatitis A, que se da en el recién nacido, ha disminuido muchísimo la cantidad de casos de esta enfermedad, pero aumentaron los adultos por las conductas de riesgo. O sea que todavía no hemos terminado con el flagelo de las hepatitis”, aseveró. Y agregó: “Con la Hepatitis B pasa lo mismo, a partir de la vacunación que ya se hace obligatoria en el plan, han disminuido muchísimo los casos de hepatitis B, por lo menos en Sudamérica. En Argentina, se vacuna a partir de los 12 ó 13 años cuando empiezan las conductas de riesgo, porque es un virus que se transmite por la vía sexual y sanguínea. A diferencia de la hepatitis A que el contagio se llama mano-ano-boca, o sea, que tiene que ver más bien con la higiene. La hepatitis B, actualmente es un flagelo en el mundo porque es una hepatitis que no tiene cura, tiene prevención pero no hay cura. Hay tratamiento y con el tratamiento lo que logramos es controlar el virus, pero es una hepatitis que siempre va a llevar al paciente a tener un riesgo  de desarrollar una complicación. El análisis es muy sencillo y con respecto a la vacunación, estamos tratando de focalizar porque muchas veces se ha hecho prevención con las campañas masivas, con la vacunación, pero todavía estamos un poco flojos en detectar ese paciente que se ha hecho la primera dosis, para seguir la segunda y la tercera dosis, así queda con la inmunidad completa”. “Y también está la hepatitis C, que no tenemos vacuna pero sí tenemos la cura. Existen desde hace 2 años las drogas de acción directa, y tenemos un 95 a 100 por ciento de curación de esta hepatitis en el estadio que esté. Se han hecho tratamientos con pacientes en estadios de hepatitis crónica, con cirrosis por hepatitis y algunos pacientes que tienen el cáncer. Los médicos debemos pedir una vez al año un hepatograma. Cuando hay elevación de las enzimas tenemos la obligación de detectar la posibilidad de que haya hecho contacto con alguna de las hepatitis, para hacer prevención”, añadió. “No es algo que sea patrimonio del médico, también el paciente cuando está educado, asesorado, cuando ve, cuando escucha que existe, se lo puede demandar. En los registros de los últimos 6 años se han visto más muertes y complicaciones por hepatitis C que por HIV, o sea, ha superado cualquier virus en el mundo en los casos de infección y complicación. Por eso la importancia de hacer la prevención, la pesquisa, la vacunación”, señaló el profesional. “Nosotros en el Hospital Marcial Quiroga junto con la Dra. Claudia Carrizo estamos a cargo de la Unidad Centinela, que es un centro federal de denuncia de estudios epidemiológicos. El médico que está en el Centro de Adiestramiento René Favaloro o en Jáchal o donde fuere, ante una hepatitis nos envía esos datos para registrarlo a nivel nacional. Tenemos los medios y los modos para hacer el registro, para que eso se contabilice a nivel nacional”, afirmó. Y finalizó: "Lo que tenemos que hacer los médicos es hacer la pesquisa y el screening de complicaciones, eso se hace con ecografía y con un laboratorio cada seis meses. Los recursos están y con respecto a las hepatitis A y B, también, hay vacunas y hay campañas a nivel provincial para controlar a la población”. Durante este mes, en el marco de la Campaña de Prevención de las Hepatitis B y C organizada por el Ministerio de Salud Pública, coordinado por el Programa Provincial de VIH, Sífilis y los equipos de profesionales de los servicios de Gastroenterología, Infectología, Laboratorio, Diagnóstico por Imágenes, entre otras especialidades de los diferentes hospitales y centros de Salud de la provincia, se han organizado diferentes controles de prevención y testeos de hepatitis para la comunidad en general.