Lionel Messi genera sensaciones muy fuertes entre todos los que lo admiran. Para muchos es un ídolo terrenal, y para otros, algo más. En Barcelona, un nene hincha de Newell's emocionó a todos los presentes cuando vio a la Pulga. Su cara reflejaba muchas emociones, y no las pudo contener: rompió en llanto. Eran varios los hinchas que esperaban al plantel Culé en el aeropuerto, y sobre todo, al capitán. Uno de esos fanáticos aguardaba con la camiseta de Newell's y un fibrón en mano. Cuando el rosarino salió, no aguantó las lagrimas. Se largó a llorar desconsoladamente, mientras el diez le ponía el gancho a la casaca de la Lepra. Y algunos dicen que sólo es fútbol...