Suman en total 37 los acuerdos de vinculación comercial negociados entre Argentina y China que se coronarán con la cumbre de este domingo que celebrarán en la residencia de Olivos los presidentes Mauricio Macri y Xi Jinping, el único mandatario del G20 que cumple aquí una visita de Estado. Se trata del segundo encuentro con carácter de visita oficial luego del de mayo de 2017 que se realizó en Beijing. El mandatario asiático ingresó a la Quinta de Olivos a las 10:43 junto a su esposa, la soprano Peng Liyuan. Tras ser recibido por Macri y Juliana Awada, ambos mandatarios realizaron un homenaje al General José de San Martín. Tras el acto, mantendrán una reunión junto a ministros de ambos países y se estima que a las 12:30 brinden una declaración conjunta a la prensa, aunque no se permitirán preguntas de parte de los periodistas. Ese encuentro tiene una particular importancia aún por encima de lo evidente. Según fuentes vinculadas a las negociaciones, la cumbre se produce en la perspectiva de un proceso que experimenta la región, del equilibrio que buscan los países entre las influencia de Estados Unidos y la del coloso asiático. "Chile y Brasil que son los dos países del área con las alianzas más estables con los Estados Unidos, tienen como principal socio comercial a China. La alianza política con Washington es claramente una necesidad para todas estas naciones, pero no choca con el eje chino", sostuvo una de las fuentes. China también es el principal socio comercial de Uruguay y de Perú, y el segundo de Argentina después, justamente de Brasil. El gigante sudamericano registra un superávit con el Imperio del Centro de 22 mil millones de dólares, un monto que pone muy en duda la dureza inicial que ha mostrado con la República Popular el presidente electo Jair Bolsonaro. En la reunión de hoy en Olivos, los dos países suscribirán una serie de acuerdos, entre ellos uno relacionado con el proyecto estrella de Beijing, la Ruta de la Seda o One Belt One Road (OBOR en sus siglas en ingles). Es una iniciativa de enorme inversión pública china para agilizar el comercio del gigante y de los países involucrados, que tuvo a Asia como su primera y masiva etapa. Pero Argentina, a diferencia de Chile, no se sumará directamente a esa propuesta. "Argentina lo que está firmando es no aquel memorándum de membresía sino otro que extiende su condición actual de aliados estratégicos integrales a la relación con el OBOR", añadió la fuente. "Eso ya está por escrito".  En cuanto al paquete de convenios comerciales se cubre un abanico de productos desde exportaciones de carnes vacunas, aviar, bobina y en perspectiva porcina y hasta frutas. "Argentina vende 400 millones de dólares anuales en carne a China y es un mercado que se va ampliando", indicó. Pero el intercambio agrega una gama muy amplia de otros productos incluyendo la estrella de las exportaciones argentinas a China que no es la carne o el vino, como en general se supone, sino los langostinos colorados del mar argentino. Esos crustáceos son procesados en barcos o en la costa y las plantas pagan impuestos en Argentina. El menú incluye, además, la venta de arándanos y de cerezas, un nicho importante ese último sise tiene en cuenta que a Chile le deja una ganancia anual de mil millones de dólares que Argentina pretende emular. Los negocios del gigante asiático en nuestro país también incluyen una gama diversa de alternativas. Hay proyectos para plantas térmicas, eólicas y solares por unos 3.500 millones de dólares de inversiones directas. El punto más relevante de esos planes, es la planta nuclear que se instalará en Atucha donde ya hay otras dos centrales, una en funcionamiento y la otra en construcción. La nueva planta será una obra llave en mano con tecnología y know how completo del Imperio del Centro. Es una operación de 9 mil millones de dólares que ha sufrido ya varias demoras debido a la crisis económica. "Habrá una mención de los avances en este tema en la cumbre de los presidentes pero los detalles finales se difundirán recién en marzo", señaló un informante. Será cuando finalicen los trámites burocráticos en Beijing. El proyecto original negociado con el régimen chino incluía la construcción de dos usinas. Una con sistema Candu, canadiense, como la de 650 MGW en Embalse, en Córdoba. Ese proyecto contaba con financiación de China pero se desactivó. Quedó solo la central de Atucha III. Por último están los convenios con la gigantesca corporación ferroviaria china CRRC para el ferrocarril San Martín. Ese acuerdo ya fue suscripto. Son 1.100 millones de dólares para rehabilitar totalmente 1.200 kilómetros de vías que unen a Buenos Aires con Mendoza. "Casi todo el esquema energético y de transporte argentino depende en buena medida de la asociación con China. Asimismo, los emprendimiento eólicos y solares son ente el 60 y el 65 por ciento con empresas chinas", agregaron las fuentes subrayando el carácter estratégico del vínculo. Por fuera del intercambio, las fuentes recordaron que ya hay un swap con Argentina de 10 mil millones de dólares para reforzar las reservas del Banco Central. "Ese monto crecerá ahora con otros 8.500 millones de dólares , es decir casi 20 mil millones de refuerzo". FUENTE: Clarín