Diseñados para días de camping, largas jornadas de pesca o excursiones a la montaña, los termos verdes de la marca Stanley comenzaron a verse en las casas, las playas y las oficinas argentinas. Aunque es uno de los ejemplos más llamativos de cómo un producto importado en la Argentina puede llegar a costar cuatro veces más que un supermercado de Miami. La polémica arrancó en las redes sociales con imágenes del mismo producto a USD 19,82 (unos $775) en un supermercado de los Estados Unidos y a $3.899 en la Argentina. Para diversos importadores, la venta durante la muestra de La Rural y el acuerdo con Taragüí para que lo usen los jugadores de la Selección lograron imponer el termo como un producto deseado y de uso cotidiano. Por eso, los costos impositivos, logísticos y comerciales no llegan a justificar aumentos de 400% en el precio. LA DRÁSTICA DIFERENCIA DE PRECIOS TAMBIÉN REPERCUTIÓ EN OTROS USUARIOS DE TWITTER: