Este viernes, contratados se reunieron en la puerta del municipio de Iglesia para reclaman sobre el recorte de los contratos. Es por eso que quienes cobran esos beneficios (alrededor de 1500 personas) decidieron manifestarse para pedir que recorte en otros lugares de la administración y no con ellos. Durante el escrache de empleados municipales, proveedores y contratados, Marinero negó de lleno que se tratase de una decisión tras la derrota del 2 de junio. "La gente sabe bien que la plata no alcanza", expresó. Ante la negativa de los empleados el Jefe comunal solicitó a los efectivos policiales que desalojen la comuna, el intendente además les anunció que el sueldo se les pagará después del 15 de julio.  Los trabajadores se niegan a retirarse hasta que el intendente de de baja a la medida de rebajar los salarios.