Louise Porton, una inglesa de 23 años, fue condenada a 32 años de prisión por asesinar a sus dos hijas de tres años y 17 meses. Los asesinatos ocurrieron en 2018 pero la sentencia se conoció hace algunos días. Las hijas, Lexi Draper y Scarlett Vaughan, murieron a causa de una obstrucción intencional en sus vías respiratorias, con 18 días de diferencia. Ocurrió en Warwick, uno de los cuarenta y siete condados de Inglaterra. La fiscalía sostuvo que el detonante de los homicidios fue la imposibilidad de desarrollar su vida sexual con tranquilidad ya que debía cuidar a la pequeñas.  Además, las autoridades confirmaron que mientras una de sus hijas luchaba por su vida, la mujer se sacó fotos desnuda en los baños del hospital para concretar un encuentro sexual, a cambio de plata, con un hombre que conoció por internet.  En el juicio se descubrió que la mujer tardó en llamar a la ambulancia cuando una de las hijas estaba muerta en el auto. Según las declaraciones del paramédico, cuando llegó para asistir a una de las menores, la madre estaba "tranquila y sin emociones". Según los medios locales, Porton no mostró arrepentimiento en ningún momento del juicio y al revisar su celular, los investigadores encontraron en el historial búsquedas como “¿Cuánto tarda un cuerpo en enfriarse después de la muerte?, ¿Por qué mi hija de tres años dejó de respirar”, “¿Es posible morir si alguien te tapa la nariz mientras tienes una cinta adhesiva en la boca?”. Además, meses después de los asesinatos, Louis quiso vender toda la ropa de las pequeñas por 600 pesos.  Porton, en su defensa, negó haber matado a las nenas pero igualmente fue condenada por unanimidad. En una declaración a la Policía, ella expresó que sus hijas “nunca fueron un inconveniente”, y agregó: “Acomodé mi estilo de vida y mi vida personal alrededor de ellas. Todavía no sé cómo murieron mis hijas o qué fue lo que causó su muerte”. FUENTE: Crónica