Ceremonial de Presidencia confirmó que Mauricio Macri aceptó la invitación que le hizo el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, para asistir a las fiestas patronales del Señor y la Virgen del Milagro y se desató la polémica en la provincia del Norte. Es que un cura parroquial, el presbítero Raúl Méndez, dijo hablar en nombre de otros miembros del clero local al expresar que "la presencia del Presidente será una provocación sin sentido" y que "lo más razonable es que suspenda semejante previsión y nos deje tranquilos". Incluso agregó: "Más bien que se ocupe de resolver los graves problemas en que embarcó al país", lo que obligó al obispo a dar a publicidad la carta con la que invitó al Presidente a tomar parte de la festividad religiosa que dura tres días, una de las más populares de la fe católica, a la que suelen asistir más de medio millón de personas. "Tengo el honor de dirigirme a usted para invitarlo a participar en las Fiestas Patronales en honor del Señor y la Virgen del Milagro que se han de celebrar el próximo 15 de setiembre en esta ciudad de Salta. Las misas concluyen con la procesión de la tarde y culminan en la celebración del Acto de Fidelidad que marca la vida y la historia de esta ciudad de Salta", escribió el obispo en la invitación que envió al Presidente que hizo trascender a los medios locales. Lo cierto es que el padre Méndez no hizo declaraciones sin pensar. Habló a través de un comunicado que difundió luego de que las autoridades eclesiásticas salteñas hicieran trascender que temían que los fieles reaccionaran de mala manera ante la presencia del Presidente y se pierdiera el sentido de la festividad. Días atrás, el 2 de setiembre, Juliana Awada asistió de incógnito para orar a la "Virgen del Cerro" y ser bendecida por la laica consagrada María Livia que recibió la visita de la Virgen María y es visitada por miles de fieles una vez por mes. Awada viajó acompañada por su hija Antonia y por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y habría burlado a la custodia presidencial para asistir al santuario en el día, dado que por la tarde ya estuvieron de regreso. Quienes conocen la vida salteña afirman que la jerarquía eclesial no mantiene un buen vínculo con María Livia, y consideran que esa presencia pudo haber herido la sensibilidad de las autoridades de la Iglesia. Macri estará presente en la misa que tradicionalmente se realiza a las 10 en la Catedral, a la que también asistirá el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el intendente de la ciudad, Gustavo Sáenz, como lo hacen cada año. Sin embargo, Macri y Urtubey no tienen previsto compartir el almuerzo o algún encuentro posterior a la misa. A las 15 se inicia la habitual procesión de la Virgen del Milagro a la que en principio el Presidente no tiene previsto asistir. FUENTE: Infobae